La filial del grupo LVMH, sobre la que ya se rumoreó en noviembre del año pasado que pretendía retomar seriamente la creación de perfumes, habría pedido ya al ayuntamiento de esa ciudad, según el diario Les Echos, los permisos necesarios para rehabilitar la fortaleza en la que se instalaría la sede.
El terreno donde se encuentra la Maison Vauthier, antigua fábrica construida en el siglo XVIII y en parte propiedad de la comuna de Grasse, cautivó al presidente de firma de lujo, Yves Carcelle, que según el rotativo económico ha pagado por la cesión un millón de euros.
LVMH, encargado de las fragancias de Dior, Guerlain, Kenzo y Givenchy, apuesta por su propia nariz en exclusiva, y habría fichado ya a su maestro perfumista, el creador de colonias como Pome de Lanc me, o de Dior Addict Jacques Cavallier-Belletrud.
El proyecto completo prevé la creación de un jardín de esencias con plantas autóctonas y podría incluir la construcción de un taller de tratamiento de cuero para retomar la tradicional fabricación de guantes perfumados.
LV no ha querido confirmar estas informaciones, pero según los medios, tendrá finalizado en 2014 ese taller de perfumes, que servirá además de centro de reunión para amigos de la casa, como las actrices Rossy de Palma y Cate Blanchett, o el director Wong Kar-Wai.