Sternberg, cuyo estudio está en Los Ángeles, dijo que la idea original surgió por solidaridad con los manifestantes contra el capitalismo. “Me surgió la idea por un plantón”.
El diseñador decidió que cada 90 minutos su modelo tenía que desaparecer brevemente para cambiarse de ropa usando piezas de la colección, por lo que el acto fue más como una instalación de arte moderno que un desfile de moda.
“Soy un diseñador de ropa, pero la línea entre el arte y la moda es muy poco clara”, comentó Sternberg. “Para lo que hago una pasarela no era válida”.
El modelo tuvo que dormir en la reducida vitrina. “Fue una experiencia que este disfrutó”, dijo entre risas Sternberg.