La pasarela del MNAC ha simulado un invernadero para acoger el desfile, en donde las flores y los pétalos han invadido las treinta y dos creaciones en tonos blancos de Manuel Mota, director creativo de la firma, otras tantas de la colección Pronovias Barcelona y doce vestidos nupciales de elite del creador libanés Elie Saab para Pronovias.
Bordados con flores, veladas transparencias, vestidos flor y faldas pétalo en trajes muy ligeros, de volumen liviano, que resaltan la silueta femenina, han contribuido a crear un glamour floral en todo el desfile, con tejidos trabajados artesanalmente con aplicaciones de guipur y bordados en nácar, plumas y paillettes.
El romanticismo floral ha convivido en el desfile con la novia que “luce piernas” vestida con faldas abiertas, minifaldas camperas o vestidos cortos babydoll o con pantalones por obra y gracia de Mota.
Manuel Mota propone también vestidos de novia con muchas capas superpuestas en tejidos de gasa, organza, tul, raso y encajes, para lograr un gran volumen en el traje de novia y un talle por la cintura.
Su estilo más “gipsy chic” se centra en vestidos de talle bajo, compuestos por blusas con escote de barco, semitransparencias en la cintura, guipur para marcar las caderas y faldas con volantes.
La colección Pronovias Barcelona 2013 ha exhibido trajes nupciales tanto con grandes volúmenes como con una silueta más sensual, en telas de encaje, gasa, tul y gazar y en tonos blancos y nude, como novedad frente al tradicional blanco nupcial, junto con grandes escotes en la espalda.
Esta línea apuesta por los “dobles vestidos”: un vestido nupcial de tul abotonado más formal para la ceremonia, sobre un traje sirena muy ceñido, con el que la novia brillará más sensual en la posterior fiesta de celebración.
Escotes palabras de honor, asimétricos, tirante espagueti, mangas veladas de tul, vestidos de cola larga o de cola corta, según el tipo de ceremonia y velo con aplicaciones de encaje y rematados en blonda inglesa conviven entre las diferentes propuestas presentadas.
Aparecen también capas y capelinas de tul, gasa y organza anudadas al cuello, con mucho vuelo, y los vestidos se complementan con boleros y chaquetas ceñidas al cuerpo, junto una cintura marcada con cintas, nudos y cinturones.
Los doce trajes nupciales de elite que ha presentado el libanés Elie Saab, artífice de uno de los vestidos que la actriz Halle Berry lució en la Noche de los Oscar de 2002 y modisto de la reina Rania de Jordania, están diseñados para enfatizar el glamour femenino.
Vestidos de novia en tonos crudos y marfil, con faldas largas y cintas entorno al busto, definen las creaciones de este diseñador, que utiliza la organza, el tafetán de seda, el mikado y los encajes para la elaboración artesanal de sus piezas, a las que impregna de un toque de distinción y destellos con bordados de perlas y pailletes.
La “fila cero” de lujo de este desfile ha contado con la presencia de la modelo Bar Refaeli; de la “embajadora” de Pronovias, Tamara Falcó; de Genoveva Casanova, ex mujer de Cayetano de Alba; de Astrid Klisans, esposa del cantante Carlos Baute; de las modelos Malena Costa y Helen Lindes y de la actriz Silvia Alonso, entre otros muchos invitados.
Como “jóvenes casaderas” han presenciado el desfile Michelle Salas, la hija del cantante Luis Miguel; Lena Gercke, novia del futbolista del Real Madrid Sami Khedira, y Raluca Lazarut, actriz y presentadora de Rumanía.