El diseñador Karl Lagerfeld preparó a sus más de 2 mil 500 invitados para un vuelo de altura, al convertir el Grand Palais, el emblemático edificio de finales del siglo XIX con techo de cristal, en un auténtico aeropuerto de las Chanel Airlines.
Los trajes de lana se adaptan a esta época en tonos azules, negros y plateados, con estampados geométricos.
Vestidos y faldas se superponen a amplios pantalones en los mismos estampados, reproduciendo las imágenes de aviones y las típicas pantallas de destinos que se encuentran en los aeropuertos.
Accesorios
Para esta colección, la firma estrenó un accesorio para el pelo, un doble pasador con forma de lazo en color plateado que crea de forma natural un peinado de dos coletas bajas, un look que todas las modelos llevaron durante el desfile.
Entre los accesorios, metalizados y transparentes, captaron el protagonismo unas sandalias planas con suelas que llevan luces de colores y unas futuristas gafas de sol de aviador con maxi cristal efecto espejo y sin apenas montura.
Estilo urbano
Como en un aeropuerto, también hubo lugar para todos los estilos en las propuestas de Chanel, con diseños de aires urbanos en sudaderas y amplios pantalones coloreados a golpes de rosa fucsia, verde o amarillo.
Valentino revistió de lujo el folclore africano con vestidos con estampados geométricos, motivos tribales y flecos, transparencias y auténticos accesorios salvajes con collares cargados de huesos e incluso peinados de trenzas.
La mayoría de vestidos sobre la pasarela con escotes muy marcados en V y espaldas descubiertas, acompañados de sandalias de cuerdas que van atadas al tobillo.
La colección de Shiatzy Chen es fiel a un estilo híbrido por el que se ha hecho famosa, creó en esta ocasión vestidos ajustados en la cintura, pantalones anchos y faldas románticas en blanco, amarillo, verde, naranja, rosa o turquesa.
Shiatzy Chen colaboró además con el ilustrador taiwanés Inca Pan, que ha dibujado a mano sobre las telas flores, frutas, montañas, pájaros y mariposas, en un homenaje a la naturaleza.
Los tejidos integran bordados y distintos tipos de sedas que se superponen jugando con las transparencias, los vuelos y las formas de las sofisticadas prendas.
Otra propuesta
Agns B., diseñadora icono de los años setenta y ochenta en Francia, presentó también su nueva colección aunque alejándose de las tendencias de sus colegas, con largos vestidos vaporosos en seda, minivestidos con ilustraciones de jardines y looks de día donde los colores se mezclan en vaqueros rectos, jerséis y gabardinas.
La muestra comenzó con la proyección de un documental con la historia de la marca, que nació en 1975 cuando esta antigua redactora de moda de la edición francesa de Elle se decidió a crear la ropa que a la gente le gustaría llevar.