Junto a la influencia china, los modistos mantienen la fuerza y la magia del sur de España. Prueba de ello fueron los vestidos camiseros que combinan los tradicionales lunares con las primaverales flores.
El denominador común de la colección, abanderada por el vestido de todos los largos, fueron las múltiples aplicaciones de patchwork, los sutiles volantes y los patrones amplios.
Más llamativo y con el único fin de reivindicar su personal sello y sus raíces andaluzas, los diseñadores pusieron punto y final al desfile con un vestido bata de cola repleto de pailletes, adornado con una vistosa lazada estampada con motivos chinos.
Colores tan vibrantes como el fucsia, el azul, el verde y el amarillo, acompañados con destellos dorados, han teñido los diseños presentados en la segunda jornada la Mercedes-Benz FashionWeek Madrid.
Coquetos y coloristas fueron los bolsos de mano de charol, salpicados con flores, así como las sandalias de tiras.
“Son diseños que van dirigidos al mundo, nosotros vendemos ilusión”, dijeron los diseñadores.
Para Jose Víctor Rodríguez y Jose Luis Medina, la crisis no es impedimento para crear nuevos proyectos: “Acabamos de lanzar una línea de ropa interior y a lo largo de septiembre inauguramos en Madrid la tienda de hombre y lanzamos un perfume femenino”, detallaron.