Depardieu interpreta el papel de Ursus, un saltimbanqui trotamundos que acoge a dos niños abandonados, Gwynplaine (Grondin) y Dea (Théret) , quienes con el paso de los años terminarán enamorándose en la representación de una relación sin prejuicios, por la ceguera de ella y la cara desfigurada de él.
“El mío es un personaje muy puro, fuerte y trágico al mismo tiempo. No ve a través de sus ojos, ve a través de su alma. Para mí ha sido muy interesante interpretar este personaje”, afirmó Théret durante la rueda de prensa de presentación de la película.
Esta adaptación de la novela que Víctor Hugo escribió entre 1866 y 1869 era una idea que Améris había tenido siempre en su cabeza desde que, de adolescente y llevado por su identificación con los personajes diferentes ante sus dos metros de altura, quedara prendado por la historia después de leer el libro.
“Leí esta novela cuando tenía 15 años. Está muy vinculada a la época de mi adolescencia. Estaba acomplejado por mi estatura. Veía casi solo filmes de monstruos y leí Lhomme qui rit y sabía que lo transformaría en una película”, explicó Améris.
“Quería hacer una fábula, algo bastante moderno, con personajes que se me parecen íntimamente. Este tema de la apariencia, este luchar entre apariencia y deseo de aparecer y desaparecer es un homenaje al cine que amé cuando era adolescente”, agregó.
El resultado es una película con una muy cuidada estética, que en la justa medida de duración (hora y media) muestra esta historia ambientada en la Inglaterra del siglo XVII, con un protagonista que, inspirado en el Joker de Batman que interpretó Hugh Ledger, intenta denunciar en la Corte la miseria del pueblo.
“El filme es más bien fiel a la novela de Víctor Hugo, que mezcla los géneros, pasando de la épica a lo grotesco, a lo burlesco, y luego al melodrama, un poco a lo Romeo y Julieta. Fue el propio Víctor Hugo quien mezcló los géneros”, comentó el cineasta francés.
“Nosotros hemos intentado concentrarnos en el recorrido de Gwynplaine. No hemos traicionado a Hugo porque hay escritores que están más allá del tiempo. Me concentré sobre el personaje de Marc-André y luego es una novela más conocida en EE. UU. que en Europa. Es casi un cuento a la americana, un personaje que se convierte en rico y después cae”, añadió.
Junto a los tres principales papeles destaca, ya hacia la segunda mitad del filme, el rol de Seigner, una duquesa que encandila al protagonista y que la actriz califica como “un poco malvada”, pero que a la vez se siente “desgraciada y un poco loca e infeliz”.
“Es verdad que mi personaje es una duquesa encerrada en este castillo, con gente rica horrible. Se aburre, ha tenido muchos amantes, pero lo que le atrae (de Gwynplaine) es su inocencia. No está habituada a ver estos tipos de personas”, apuntó Seigner.