“El gen Dicer puede ser comparado a un director de orquesta de las funciones vitales para el desarrollo y el comportamiento de células sanas”, explica.
“Y las mutaciones que descubrimos no destruyen totalmente las funciones de este gen pero más que nada las modifican”, añade. En este sentido “el jefe de orquesta sigue ahí pero actúa como un borracho”.
Este informe, publicado en el New England Journal of Medicine del 22 de diciembre, “es particularmente importante porque podría conducir a soluciones para tratar cánceres más comunes”, según el estudio.