Como una regla, los pacientes diabéticos deben realizarse exámenes oculares, al menos una vez al año. El galeno debe ser especialista en pacientes con diabetes. El examen puede incluir la dilatación del ojo para permitir una buena vista de toda la retina.
Es fundamental revisar periódicamente los niveles de azúcar en la sangre, ya que la hiperglucemia aumenta el riesgo de sufrir problemas oculares.
Hay que monitorear la presión arterial: una presión de menos de 130/80 es un buen parámetro para los diabéticos. Es aconsejable que la presión sea revisada al menos dos veces al año por un especialista, quien también puede prescribir fármacos para controlar la presión arterial.
Un paciente diabético no debe tener los hábitos de fumar o consumir alcohol. Por otro lado, el ejercicio es bueno para el organismo, pero los de grandes esfuerzos como el levantamiento de pesas o los ejercicios de alto impacto, pueden afectar los vasos sanguíneos de los ojos.