El propio Almodóvar fue el encargado de cerrar la entrañable fiesta de más de dos horas y media con un discurso que, aseguró, había preparado como si fuera para una ceremonia de un “Nobel” y que dedicó por completo a su madre.
El director de clásicos como Mujeres al borde de un ataque de nervios o Hable con ella, explicó que su uso de colores “explosivos y saturados” se debe a un “acto de venganza” por los más de 30 años que pasó su madre de luto “impuesto”.
Entre los ilustres del cine que acudieron a homenajearle destacaron figuras del séptimo arte como Isabella Rossellini, Paolo Sorrentino o Michael Cimino y estrellas como Bérénice Bejo o Keanu Reeves.
La actriz francesa Juliette Binoche fue la encargada de entregarle el premio gritándole un “!merci !” que recordó al famoso “!Peeeedro!” de Penélope Cruz al anunciar el Óscar a la mejor película extranjera por Todo sobre mi madre en el 2000.
Almodóvar dedicó el premio a su mamá. (Foto Prensa Libre: AFP)
Previamente, la actriz de La piel que habito Elena Anaya le dedicó en francés una declaración de amor: “Mi querido Pedro, te quiero, adoro tu compromiso con el arte, la vida y la libertad. Gracias por dejarme ser parte de tu vida y por hacernos soñar con tu cine”.
Pero el momento que más le emocionó, según confesó tras el acto, llegó cuando el actor canadiense Xavier Dolan y los franceses Tahar Rahim y Guillaume Gallienne se relevaron leyendo el artículo que publicó en la prensa el cineasta tras la muerte de su madre en 1999, titulado “el último sueño”.
El premio que ofrece el Instituto Lumire en su festival rinde tributo cada año desde 2009 a una figura del cine internacional, y en esta edición, que se clausura el domingo, Almodóvar sucede en el palmarés a figuras del cine de la talla de Clint Eastwood, Milos Forman, Gérard Depardieu, Ken Loach o Quentin Tarantino.