Vida

Problemas entre cónyuges

Rina, este es mi caso: Llevo varios años de casada y siempre he tenido problemas con mi esposo, especialmente porque no quiere a mi familia, y su odio cada vez es mayor. Cuando le digo que voy a visitarlos, se enoja y me deja de hablar hasta una semana.

Rina Montalvo

Rina Montalvo

Muchas veces me ha dicho que soy mala madre solo por el hecho de llevar a mis hijos con sus primos. Le he hablado para que me comprenda y le pregunto por qué odia a mi familia, si ella siempre ha tratado de agradarle. Por supuesto que yo no comento nada con nadie de lo que me pasa, para no hacerlo sentir mal.

Incluso, me he alejado de mi familia para no provocar problemas con mi esposo, pero me hacen muchas falta mis hermanas y he tenido que ir a verlas a escondidas. Pero por otra parte, mi esposo solo piensa en su familia y para que esté contento tengo que acompañarlo a su casa. Cuando le digo que si a él le gusta disfrutar a su familia, a mi también a la mía, entonces, me responde que si yo quiero, que cada quién se vaya con la suya, y cada vez que hablamos del tema terminamos peleando…

Yo ya no se qué hacer… La verdad es que me dan ganas de salir huyendo y llevarme a mis hijos, pero no aguanto porque podría ocasionarle más daño. ¿Usted que opina, Rina? No creo que sea justo que un esposo haga esto con su esposa y madre de sus hijos.

Amiga: No sé. Pero de lo que sí estoy segura, es que a usted le tocó, para su mala suerte, tener por esposo a un hombre lamentablemente egoísta y machista. Uno de esos tipos misóginos —odian a las mujeres—, que además son materialistas e inhumanos; que se dejan llevar por sus malos instintos, o quien sabe por qué desórdenes emocionales que arrastran desde niños. Tal vez, si se analizara su comportamiento desde un punto de vista psicológico, su diagnóstico sería el de una persona neurótica.

¡Qué difícil es vivir con este tipo de personas! La convivencia, sinceramente, es un fastidio y la solución no es fácil, porque no se puede cambiar a unas personas con esas actitudes y es difícil, además, aceptar ese papel humillante al que la mujer es sometida. Lo que conviene en estos casos es buscar orientación psicológica, a lo que él definitivamente se opondrá, por lo consiguiente, debe ser usted quien la tenga que buscar.

Y es que si uno contara la cantidad de mujeres —y de hombres también— que tienen que compartir con este acoso, sería la de nunca acabar… Por esto mismo existen grupos de familia, como Neuróticos Anónimos, Al-Anon y agrupaciones cristianas de crecimiento espiritual, que ayudan y motivan a hombres y mujeres con problemas emocionales.

Usted amiga, y toda mujer con necesidad de ayuda en sus problemas personales, puede acudir a estos grupos de autoayuda, por medio de los siguientes contactos: alanondeguatemala@gmail.com, teléfonos 2253-9637 y 2251-8949. Aglow de Guatemala, teléfono 5693-2010, correo electrónico aglowguatemala@yahoo.com

rina.montalvo@gmail.com

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