El Grinch
La especialista dice que nunca falta en una celebración una persona que es apática y que se pierde los buenos momentos. Para identificarla, solo bastará observar sus actitudes, pues por lo general se muestra indiferente a lo que acontece, evita cualquier manifestación de apoyo y en lugar de eso se vuelve alguien crítico y despectivo con lo que se hace en torno a la época.
“Las razones de la apatía son variadas y pueden ir desde personas que tienen perspectivas negativas de la vida, hasta creencias personales que les hace percibir las celebraciones navideñas como malas. A su vez, es posible que hayan tenido alguna experiencia negativa en torno a esto”, afirma la experta.
Los parranderos
Para ellos, las celebraciones navideñas son la ocasión perfecta para salir de fiesta, comer, beber, bailar y pasársela bien con los amigos. “Muchas veces estas personas encuentran un alivio alejarse de la dinámica familiar y celebrar con los amigos”, añade. Lo positivo de los parranderos es que son amigables y suelen ser divertidos, por lo que siempre animan las reuniones.
El samaritano
“La Navidad nos recuerda muchas veces la importancia de compartir y de amar a otros. Es común que las personas que se identifican acá se sientan más movidos a ser caritativos”, comenta la terapeuta.
“Ayudar al prójimo es positivo en todo momento, pero idealmente debería ser una conducta regular y no determinada por las fechas. La Navidad se relaciona con buena comida, familia, hogar y alegría. Al ver que hay personas que no pueden disfrutar de esto, es común que se sienta compasión y se busque una manera de ayudar a los demás. Lo importante es recordar que podemos ayudar los 365 días del año y no esperar el estímulo de la Navidad para ser buenos samaritanos”, dice Gutowski.
El materialista
También están aquellos que los motiva mucho comprar y regalar; son los consumistas por excelencia.
“Es normal que todos nos alegremos al recibir obsequios, pero no se debería basar todo en esto. Hay que alegrarse de compartir con la familia y amigos, de conocer el sentido de las celebraciones y de no necesitar una gran cantidad de regalos para tener una Navidad feliz”, añade la experta.
El religioso
Para un gran número de personas, el verdadero sentido de la Navidad es celebrar el nacimiento del Niño Jesús. Muchas familias suelen tener una rutina especial basada en aspectos religiosos de la Navidad”, comenta Gutowski.
La mayoría de veces estas personas no están de acuerdo con algunas de las tradiciones que se añadieron posteriormente y que no están ligadas al “verdadero” sentido de la Navidad. Llegan a criticar las “diferentes” maneras de celebrarla, cuando estas se alejan de la tradición religiosa.
El depresivo
Para otros, la Navidad es un momento de profunda tristeza. Es común que este sentimiento se apodere de alguien que ha perdido a un ser querido o haya terminado alguna relación importante, y por esta razón esta época suele ser de melancolía y disfrutan poco de los festejos que la rodean.