Por eso también es importante el seguimiento periódico con el ginecólogo, a fin de que determine los factores de riesgo que puedan causar alguna complicación.
Factores de Riesgo
Jorge Gómez, perinatólogo que trata a las pacientes con embarazos de alto riesgo y director médico de la Unidad de Medicina Materno-Fetal de Cuidados Especiales en South Miami Hospital, Baptist Health en el sur de la Florida, señala que entre de los riesgos que aumentan la posibilidad de que una mujer tenga un parto prematuro se encuentran dar a luz previamente un bebé prematuro, embarazo con múltiplos como mellizos o trillizos, embarazo como resultado de la fertilización in vitro, atención prenatal escasa o nula, fumar o el uso de drogas, ser menor de 17 años o mayor de 35 años, y aumento de peso insuficiente o excesivo durante la gestación.
Gómez opina que el tener los factores de riesgo predisponen a las embarazadas, pero el parto prematuro puede resultar si la madre tiene o desarrolla uno de los siguientes trastornos, que no pueden ser conocidos de antemano: insuficiencia cervical causada por la anatomía anormal, tal como un cuello uterino más corto; exceso de estiramiento del útero por embarazos anteriores o un exceso de líquido amniótico, infecciones como la vaginosis bacteriana dentro de la cavidad uterina; infecciones del tracto urinario y pulmonía, porque disminuye la oxigenación del útero.
Síntomas
Los siguientes signos antes de las 37 semanas de embarazo, dice Gómez, pueden indicar la probabilidad de tener un parto prematuro, por lo que hay que acudir de inmediato con el médico: aparición súbita de presión en la pelvis, dolor punzante o dolor en la zona lumbar, flujo vaginal, incluida la sangre, o una sensación de líquido que se escapa, contracciones o cólicos, como los menstruales.
Consejos
Llevar una dieta balanceada, consumir vitaminas, ácido fólico y pastillas prenatales, un estilo de vida libre de estrés, y practicar alguna actividad física moderada y tener revisiones médicas mensuales contribuyen a que el período de embarazo marche de la mejor manera y con menos riesgos para la madre y el bebé.
Fuente: Baptist Health
IMPORTANTE SABER
Los partos prematuros pueden evitarse con la atención debida.
“Hay medicamentos que pueden retrasar o detener la progresión del trabajo de parto, dando tiempo suficiente para que el bebé se desarrolle aún más”, afirma el médico Jorge Gómez, del South Miami Hospital.
Los tocolíticos se administran para reducir la velocidad o detener las contracciones, por lo general solo por unos días.
Los esteroides ayudan a los pulmones del bebé no nacido, lo que reduce las complicaciones respiratorias que pueden presentarse en los pulmones poco desarrollados.
El sulfato de magnesio se prescribe para proteger el sistema neurológico del feto y se ha demostrado que reduce el riesgo de parálisis cerebral en los prematuros.
Gómez advierte que no hay tratamientos eficaces para el parto prematuro después de las 48 horas, pero que el retraso en el nacimiento del bebé permite mejorar las posibilidades de supervivencia y reducir la discapacidad a largo plazo.
Estos tratamientos no se aplican a quienes entran en trabajo de parto prematuro después de 34 semanas de embarazo.