Aunque muchos trabajos han demostrado las consecuencias de crecer en un ambiente cariñoso sobre el éxito escolar y otros factores psicosociales, este es el primero que muestra el efecto directo sobre el cerebro.
Los investigadores observaron que los niños criados con afecto desarrollaban un hipocampo casi 10 veces mayor que los que no habían tenido tanta suerte. Este órgano se relaciona con procesos de memoria y aprendizaje, así como con mecanismos de respuesta al estrés, por lo que es importante su correcto desarrollo a edades tempranas.
“El estudio sugiere que debemos prestar más atención a la forma en la que los padres crían a sus hijos”, indican los autores. Tanto en la escuela como en el ambiente familiar es importante el cariño alrededor de los pequeños.