Pare llegar a esta conclusión, los expertos analizaron a 15 mujeres (ocho mujeres y siete hombres), a los cuales se les pidió que llevaran fotografías de la persona de la que estaban enamorados y de algún conocido al que consideran atractivo.
Luego los expertos expusieron sucesivamente las imágenes ante los sujetos de estudios, mientras que calentaban un estimulador térmico situado en la palma de la mano y que era activado por una computadora para causar dolor. A su vez, los participantes eran escaneados con resonancia magnética funcional.
Aunque ya existían evidencias de que las distracciones aliviaban el dolor, los investigadores establecieron que el amor también logra que las personas desvíen la atención de aquellos factores que les causan daño.
Los expertos pudieron observar que aquellas personas que se concentraban en la foto de su enamorado, tenían menos dolor que cuando miraban la foto de una persona atractiva. La resonancia magnética también demostró que los mecanismos y reacciones cerebrales eran totalmente diferentes.
Younger señala que “la analgesia inducida por el amor está mucho más asociada con los centros de recompensa del cerebro y parece implicar aspectos cerebrales más primitivos, activando estructuras profundas que podrían bloquear el dolor a un nivel espinal, de forma similar de como funcionan los analgésicos opioides”, explica el investigador.
Por otro lado, cabe mencionar que estas estructuras del cerebro producen la dopamina, un neurotransmisor que influye sobre estado de ánimo, recompensas y motivación.
Con información de www.muyinteresante.es