Salud y Familia

Un botiquín con plantas medicinales

Cosechar, recolectar y preparar en casa sencillos remedios caseros para las dolencias más comunes es la propuesta de Jordi Cebrián en su libro El Botiquín de Plantas Medicinales, que pretende ser "una alternativa al abuso actual de fármacos y medicamentos".

El libro está pensado como una guía práctica con una ficha ilustrada de cada planta medicinal con sus virtudes terapéuticas y características; consejos sobre cómo preparar con estas plantas los remedios para las dolencias habituales y orientación sobre cómo cultivar las plantas en casa, cómo recolectarlas en el campo y cómo conservarlas.

Las veinte plantas recogidas en la obra, editada por RBA, las seleccionó Cebrián junto al herbolario que le asesora desde hace más de 15 años.

“Representan un amplio espectro de dolencias potenciales a las que dar tratamiento. Y de esas 20, 14 son plantas más o menos comunes en nuestros campos y bosques, y que cualquiera podría cosechar a poco conocimiento que tuviera de botánica”, dice.

Se incluyen otras más “exóticas”, pero que debido a su probada eficacia terapéutica, “convenía que estuvieran presentes en el botiquín, como la planta americana equinácea o la surafricana harpagofito”.

Entre los trastornos más comunes que pueden tratarse con estos remedios, figuran las afecciones respiratorias (gripe, faringitis…), digestivas (diarreas, estreñimiento, gases), de circulación sanguínea (varices, hemorroides), cefaleas, dolores musculares, reumatismos leves, etc.

“No cabe duda de que se abusa en el empleo de medicamentos y que los botiquines convencionales están atiborrados de fármacos que apenas se utilizan y acaban caducando. Conviene por tanto explorar otras alternativas, como las que proporciona la fitoterapia”, señala el autor.

En este contexto, defiende que el remedio herbario presenta “mayor similitud a nuestra constitución orgánica porque sólo contiene elementos naturales, en la mayoría de los casos no generan adicción ni mucho menos efectos secundarios”.

Además pueden tomarse por plazos más dilatados sin riesgo a sufrir intoxicación, suelen mostrar una mejor tolerancia y su efecto sobre la salud tiende a ser más duradero.

Cebrián reconoce que hay una enorme oferta de títulos sobre fitoterapia y en menor medida sobre etnobotánica, pero su libro aporta la novedad de que es “una guía de rápida consulta, fácil de manejar y de transportar, que posibilita dar con la planta adecuada para un problema concreto con solo hojear las páginas o consultar la relación de dolencias”.

Pretende ser una guía que anime “a la gente a perder el miedo o la desconfianza a la elaboración y al empleo de remedios herbarios”, concluye.

VEINTE REMEDIOS CASEROS

1. El anís verde actúa como tónico estomacal, favorece la digestión y calma o elimina los espasmos gastrointestinales. Es una planta que destaca por su capacidad para combatir los gases, el hinchazón abdominal, las flatulencias, el mal sabor de boca y el mal aliento.

2. La caléndula es tal vez uno de los mejores remedios de herbolario para enfrentarnos a un amplio elenco de dolencias de la piel, como picaduras de insectos, dermatitis, quemaduras solares leves, escaldaduras, rozaduras o arañazos. Además, puede ser útil para remitir la infección de oído y, como colirio, se aplica sobre ojos irritados y para los orzuelos.

3. El cardo marinado tiene como uso fundamental la protección hepática, aunque también es un buen recurso digestivo y un tónico venoso. Es un buen recurso digestivo, ayuda a abrir el apetito, combate las digestiones pesadas, la sensación de empacho y las dispepsias. Es un tónico venoso en caso de varices y hemorroides.

4. El diente de león está indicado en alteraciones hepatobiliares, dispepsias, intoxicaciones alimentarias, como un preventivo contra la formación de cálculos biliares y para favorecer la emisión de orina.

5. La equinácea es una de las mejores plantas para potenciar las defensas del organismo y prevenir las afecciones respiratorias y de otra índole. Activa la formación de leucocitos, bloquea la acción bacteriana y vírica e impide que las infecciones prosperen.

6. Al eucalipto se le atribuyen virtudes hipoglucémiantes, como apoyo a tratamientos convencionales o naturales para diabetes leves o incipientes. Hacer vaporizaciones con sus hojas es la mejor solución para combatir la congestión por mucosidad en bronquitis y otras afecciones respiratorias.

7. La gayuba es el mejor remedio herbario para combatir las infecciones del tracto urinario. Se indica, por tanto, para problemas como la cistitis o la prostatitis. Como astringente, se usa para frenar diarreas.

8. Ginkgo: las hojas de este árbol legendario constituyen el principal recurso herbario para el tratamiento de los efectos del envejecimiento a nivel vascular. Los herbolarios lo recomiendan para frenar la demencia, para aumentar el riego cerebral y ayudar a frenar la pérdida de memoria y de capacidad de concentración.

9. El harpagofito se ha convertido en uno de los más celebrados recursos herbarios para combatir el dolor. Se usa principalmente para combatir el dolor y la inflamación reumáticos, en artritis, osteoartritis de rodilla y cadera, dolor en la baja espalda y neuralgias. Su empleo permite rebajar o sustituir el consumo de cortisona y de antiinflamatorios no esteroideos, que a la larga pueden dañar las mucosas gástricas.

10. Hipérico: tiene propiedades antidepresivas con una eficacia comparable a la de los antidepresivos químicos con IMAO. Se destina al tratamiento de depresiones leves o moderadas, en depresiones incipientes, ataques de ansiedad no agudos, terrores nocturnos, estados de tristeza, palpitaciones nerviosas, insomnio y en trastornos neurovegetativos vinculados a la menopausia.