Las causas más frecuentes están relacionadas con hipertensión, enfermedad coronaria, afección pulmonar crónica, insuficiencia cardíaca, males cardíacos congénitos y embolias pulmonares, explica Marcelo Helguera, cardiólogo de Cleveland Clinic Florida, Estados Unidos.
El tratamiento suele consistir en cambios en el estilo de vida. También el médico puede recomendar un procedimiento para recuperar el ritmo normal del corazón con leves descargas eléctricas en la pared torácica —cardioversión eléctrica— o ablaciones con catéter, que elimina el tejido que pudiera ocasionar la arritmia. También la cirugía puede ser una opción.