Salud y Familia

El cáncer que afecta la médula ósea puede tratarse si se detecta a tiempo

El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que se forma debido a la presencia de células plasmáticas malignas en la médula ósea —tejido suave y esponjoso que se encuentra en el interior de la mayoría de los huesos y ayuda a producir células sanguíneas—.

Las causas del mieloma múltiple no son claras, puesto que la mayoría de casos se relacionan con factores hereditarios, aunque un porcentaje alto de pacientes tienen antecedentes de un antiguo tratamiento de radioterapia. Afecta más a los adultos mayores.

“En los últimos años el tratamiento del mieloma múltiple ha experimentado una revolución con el desarrollo de fármacos que están cambiando el paradigma del tratamiento. Desde el descubrimiento del melfalán —disminuye la producción celular—, en 1958, tuvieron que pasar más de 40 años hasta el desarrollo de fármacos eficaces”, explica Paula Rodríguez, especialista en Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, en España.

Inicialmente se descubrió la talidomida —inmunomodulador (sustancia que regula el sistema inmune)—, posteriormente (2004) el primer inhibidor del componente proteico de las células —bortezomib—, y finalmente (2007) la segunda generación de inmunomoduladores —lenalidomida—.

Tratamientos

“El mayor conocimiento de la célula tumoral y de los mecanismos que subyacen a su transformación, permiten el desarrollo de nuevas moléculas activas para los enfermos con mieloma múltiple”, comenta Rodríguez.

Los tratamientos que sobresalen en la actualidad pertenecen a la tercera generación de inmunomodulares, un fármaco eficaz en un tercio de los pacientes que no responden a lenalidomida ni a bortezomib.

El carfilzomib, perteneciente a la segunda generación de inhibidores del proteasoma —componente proteico de las células— y con mejor tolerancia que bortezomib, se está probando en pacientes con diagnóstico reciente y también en recaída.

“Otra nueva familia de fármacos son los inhibidores con eficacia en enfermos en recaída. Mención especial merecen también los anticuerpos monoclonales dirigidos específicamente contra proteínas en la superficie de la célula plasmática tumoral”, afirma Rodríguez.

Fuente: Paula Rodríguez, especialista en Hematología de la Clínica Universidad de Navarra, www.cun.es. Más información por el correo cuninternational@unav.es

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