Una mejor comprensión de estos falsos recuerdos podría ayudar a lidiar con el estrés postraumático y reducir el número de testimonios de testigos que encarcelan a personas inocentes, afirman los expertos.
En numerosos procesos judiciales acusados que posteriormente son reconocidos como inocentes mediante pruebas de ADN fueron reconocidos como culpables según testimonios de las víctimas.
Así, las tres cuartas partes de los 250 primeros acusados en Estados Unidos a los que se les realizó un análisis de ADN habían sido víctimas de testimonios visuales donde los hechos eran falsos, según los científicos.
Los últimos avances a la hora de estudiar los recuerdos manipulados en el laboratorio fueron publicados en la revista Science por una colaboración de investigadores japoneses y el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Estados Unidos.
Los científicos afirman que pueden hacer que los ratones recuerden sucesos traumáticos que nunca ocurrieron.