Salud y Familia

Hacer siempre lo mismo no es tan bueno

El cerebro humano es como una computadora con múltiples aplicaciones, pero si siempre utilizamos los mismos circuitos neuronales en nuestros quehaceres diarios caemos en una rutina que lo puede atrofiar.

El neurólogo español Carlos Tejero enfatiza en mantener el cerebro activo para evitar que envejezca y esto, a su criterio, se logra cuando creamos nuevas conexiones, nos abrimos a nuevas vías, miramos de frente a los problemas nuevos y encontramos soluciones.

Cuando enfrentarnos a retos o llevar a la práctica nuevas actividades nos produce pereza, eso es fruto “de la atrofia provocada por la rutina”, añade el especialista.

Cambiar el casete

Preparar un menú para varios invitados, mover de lugar los muebles de una habitación, interpretar un mapa, ir al trabajo por un camino distinto, ver la televisión en forma interactiva, navegar por internet, leer, son algunos ejemplos de cómo mantener vivo el cerebro. Pero “si siempre optamos por hacer una sopa de letras, sin cambiar de pasatiempo, también podemos caer en la rutina”, afirma Tejero.

Según este especialista, “lo mejor para que nuestro cerebro funcione es combinar los ejercicios mentales con las sensaciones”. Percibir un olor agradable y averiguar de dónde procede, disfrutar de los sabores, que llegan antes al cerebro que al estómago, viajar para cambiar de rutina y vivir sensaciones nuevas, como gozar de una tarde de silencio reconfortante.

“El ejercicio mental también cansa, pero es un cansancio positivo”, explica el médico y añade que la depresión, el estrés, la angustia, la preocupación intensa nos “intoxica y obsesiona y eso nos provoca falta de atención y concentración”.

Es necesario seguir interactuando con otras personas, cambiar opiniones, realizar actividades físicas y psíquicas placenteras y mantener la parte afectiva.

Lo malo

Entre los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades neuronales están los tóxicos como el consumo de drogas, alcohol y tabaco; una dieta poco variada que no incluya nutrientes beneficiosos para el cerebro; dormir poco y mal, ya que causa problemas de concentración y bajo rendimiento intelectual; falta de ejercicio físico; el estrés, la angustia prolongada.

También hay algunos medicamentos que llegan a deprimir el sistema nervioso, pero no predisponen a que aparezcan enfermedades neurológicas. Es el caso de ansiolíticos, antidepresivos o los destinados a los dolores crónicos que, aunque causan menor rendimiento, sí son beneficiosos para la dolencia.

Buenos Consejos

Es importante intentar disfrutar de nuestro tiempo libre, de la familia y los amigos. También ayuda a tener salud cerebral, llevar una alimentación balanceada. Los alimentos que proporcionan vitaminas, sales y minerales al cerebro son los ricos en grasas de origen vegetal, los antioxidantes, los pescados los frutos secos —en especial las nueces—, las uvas y las pasas. Y un consejo que no falla es ejercitar el cerebro con pasatiempos, estrategias, un simple juego de cartas o el sudoku.

Fuente: efesalud.com

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