Los cigarrillos electrónicos son aparatos a batería que, al calentar un líquido que puede contener nicotina, produce un vapor que es inhalado por el usuario.
En la actualidad, los e-cigarrillos no están sujetos a las mismas regulaciones que los tradicionales y a algunos expertos de salud les preocupa que su uso aumente en los próximos años en todo el mundo, en particular entre los jóvenes.
El estudio de la JAMA se basó en 2 mil 530 estudiantes de un promedio de 14 años de 10 escuelas públicas de Los Ángeles, California.
Al inicio del estudio, todos afirmaron no haber probado jamás cigarrillos, puros ni ninguna otra forma de consumir tabaco. De ellos, 222 habían probado los e-cigarrillos.
En sucesivos seguimientos, se halló que aquellos que fumaban e-cigarrillos (31 por ciento) tenían más probabilidades de consumir tabaco por combustión.
Pero algunos expertos afirmaron que esto no demuestra que haya una relación de causa y efecto.
“El nuevo estudio no muestra que inhalar vapor lleve a fumar”, dijo Peter Hajek, profesor de psicología clínica de la Universidad de Londres. “Solo muestra que los que se sienten atraídos a los e-cigarrillos son los mismos que tienden a fumar”, agregó.