A lo largo de la evolución humana los hombres han mostrado que, cuando eligen pareja, prefieren a las mujeres más jóvenes y esto ha favorecido la decadencia de la fertilidad en las mujeres de más edad, según el estudio.
“En cierto sentido es como el envejecimiento, pero es diferente porque es un proceso en el cual el resultado es todo o nada y que se ha acelerado por las preferencias de apareamiento”, señaló Singh, según el artículo.
En el estudio cooperaron Jonathan Stone, profesor asociado del Departamento de Biología y director asociado del Instituto McMaster de Orígenes de la Humanidad, y Richard Morton, profesor emérito de Biología.
Tradicionalmente se ha creído que la menopausia impide que las mujeres de más edad continúen reproduciéndose pero, de hecho, la nueva teoría de estos científicos propone que es la falta de reproducción la que ha dado origen a la menopausia.
“Se cree que la menopausia sólo ocurre a los humanos, pero hasta ahora nadie había sido capaz de ofrecer una explicación satisfactoria de su ocurrencia” , apuntó Singh.
La teoría prevaleciente, la de “las abuelas”, propone que las mujeres han evolucionado para tornarse infértiles a cierta edad porque eso les permite ayudar en la crianza de los nietos lo cual mejora la supervivencia del grupo familiar.
Singh opina que esto no se corresponde con la perspectiva evolucionista.
“Cómo puede haber una evolución hacia la infertilidad?”, se pregunta Singh. “Esto contraría toda la noción de la selección natural, la cual selecciona para favorecer la fertilidad, para la reproducción, no para detenerla”.
La nueva teoría propone que, a lo largo del tiempo, la competencia entre los hombres de todas las edades por parejas más jóvenes ha dejado a las mujeres de más edad con menos oportunidades de reproducirse.
Las fuerzas de la selección natural, señala Singh, sólo tienden a la supervivencia de la especie mediante la aptitud individual de manera que protegen la fertilidad de las mujeres mientras tengan más probabilidades de reproducirse.
Una vez que pasa el período de mayores probabilidades de reproducción la selección natural cesa de contener las mutaciones genéticas que en última instancia causan la menopausia.
“Si las mujeres continuaran la reproducción durante toda la vida y no hubiese una preferencia que las desfavorece, continuarían reproduciéndose como los hombres durante toda la vida”, añadió.
El desarrollo de la menopausia, de acuerdo con esta propuesta, no fue un cambio que mejoró la supervivencia de la especie, sino uno que meramente reconoció que la fertilidad ya no cumple propósito alguno más allá de cierta edad.
En la gran mayoría de los otros animales la fertilidad continúa hasta la muerte, apuntó Singh, pero las mujeres viven mucho más allá de su período de fertilidad mientras que los hombres siguen siendo fértiles toda su vida. La longevidad no se hereda por género.
Singh sostiene que si hubiesen sido las mujeres las que, históricamente, hubiesen seleccionado hombres más jóvenes para aparearse, la situación hubiese sido al revés y serían los hombres quienes perdiesen la fertilidad.