Los cambios en este están asociados a la hipertrigliceridemia familiar, un trastorno que se transmite de padres a hijos y provoca un nivel alto de triglicéridos.
Los resultados del análisis del AP OA5, presente en el 13 por ciento de la población, sugieren que más allá de los niveles de colesterol LDL (colesterol malo), que son un factor de riesgo para el infarto de miocardio, las lipoproteínas ricas en triglicéridos juegan un papel importante en los ataques al corazón.
“Esto nos abre una ventana importante a la biología de la enfermedad cardiovascular y también sugiere nuevas vías potenciales para el desarrollo terapéutico en infartos de miocardio” , dijo Sekar Kathiresan, del Hospital General de Massachusetts, EE. UU., autor del estudio.
El ataque al corazón es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y según datos de la Organización Mundial de la Salud, “el 80 por ciento de los infartos de miocardio se podrían prevenir”.
Existen dos tipos de factores de riesgo en el ataque al corazón: por un lado, los factores genéticos, aquellos con los que nace la persona y que no se pueden cambiar, aunque sí controlar, y los factores ambientales, adquiridos por el estilo de vida.
“El efecto de los factores genéticos parece más fuerte cuando el infarto de miocardio se produce a temprana edad”, antes de los 50 en los hombres y antes de los 60 años en las mujeres, relata el estudio publicado en Nature.
Para llevar a cabo este estudio, los científicos analizaron los códigos genéticos de casi 10 mil personas, la mitad de los cuales habían sufrido un ataque al corazón temprano antes de los 60 años.