El dermatólogo Harvey Luis, de la Universidad British Columbia, explicó los efectos que tiene en la epidermis esta luz, que está en un espectro de longitud de onda entre los rayos ultravioletas (los que absorben más fotones -energía de la luz-) y los infrarrojos (los que absorben menos).
Los últimos estudios evidencian que puede hacer desarrollar más pigmentación sobre todo en pieles más oscuras, en fototipos -el grado de pigmentación que aporta el color- del 4 al 6, es decir en pieles morenas, mulatas y negras.
Con esta luz, estas pieles se ponen aún más morenas, pero también les salen manchas.
Los efectos son estéticos, pero se sabe que, al igual que los rayos infrarrojos, de manera indirecta, dañan el ADN, al provocar radicales libres, con lo que favorecen el envejecimiento cutáneo, pero aún no se ha evidenciado que lo modifique.