La instalación se llamará ELI-Nuclear Physics Facility (ELI-NP) y formará parte de un proyecto más ambicioso, el ELI (Extreme Light Infrastructure), en el que participan 40 instituciones de 13 países europeos, entre ellos España, y que tendrá otras tres ubicaciones.
ELI tiene como objetivo conseguir intensidades láser lo más elevadas posible y pulsos muy cortos.
En Rumanía, dos láser de 10 petavatios y un potente emisor de rayos gamma se combinarán para experimentar tanto en el campo de la física fundamental como en aplicaciones médicas y sociales.
La tecnología puntera se beneficiará en un futuro del láser (ELI-NP) para aplicar protonterapia, un tratamiento que permite atacar los tumores de forma más agresiva y potente, al tiempo que se reduce el daño a las zonas sanas adyacentes.
Una terapia que aún resulta cara y requiere de un gran despliegue tecnológico, pero que podría ser muy eficaz en el futuro.
Además, esta tecnología mejorará la eficacia de la radioterapia, al obtener nuevos radioisótopos, y de la quimioterapia, gracias a la producción de un isótopo de platino radiactivo.
“Cerca de una cuarta parte de los pacientes tratados por quimioterapia reciben un tratamiento inútil, ya que la sustancia utilizada no va directamente al tumor”, asegura el científico.