Si hablamos de matemáticas, varias personas lo asocian con problemas complicados de resolver, fórmulas y conocimientos abstractos que consideran que no aplicarán en la vida adulta. Pero estos aprendizajes están presentes en nuestra rutina. “Piense, por ejemplo, en cómo calcula el tiempo que le lleva llegar a su destino, o estimar la edad que tiene una persona, aunque crea que no tiene nada que ver con esta materia, está equivocado. Las matemáticas nos ayudan a desarrollar nuestro razonamiento lógico”, afirma el pedagogo Mateo González.
Esta materia ayuda a desarrollar competencias y habilidades necesarias para garantizar el éxito académico, el desarrollo en la cotidianidad y mejora en nuestras capacidades cognitivas. Además, María Elisa Delgado, directora general de Juegos Matemáticos, agrega que también beneficia en el razonamiento, a desarrollar la lógica, concentración y la autoconfianza, ya que cuando les va bien en matemática aumenta su autoestima.
Delgado explica que existen diferentes formas de aprender matemáticas, no solo se trata de tomar un lápiz y papel, sino que se puede aprender de forma didáctica. Una de ellas es por medio del ábaco japonés, un instrumento utilizado para el cálculo y las operaciones numéricas y del cual ofrecen clases en línea y presenciales en Juegos Matemáticos.
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“Está compuesto por una estructura que contiene once varillas, con cinco cuentas en cada una. Una barra horizontal, más próxima a la parte superior, atraviesa las varillas y separa las cuentas. De esta forma la niñez puede identificar de mejor manera las unidades, decenas, centenas, etc. Aprenden a visualizar los números y a llevar de forma más sencilla las cuentas numéricas”, expone.
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¿Para qué sirven las matemáticas?
Más allá de aprender fórmulas y la resolución de problemas matemáticos, esta materia promueve el desarrollo de capacidades que nos ayudarán en la vida adulta.
Pensamiento analítico
El pensamiento analítico es el que nos ayuda a convertir nuestros argumentos en premisas, a observar las relaciones que existen en cosas o situaciones, así como a crear justificaciones válidas. Cuando se intenta resolver problemas matemáticos se recopilan datos, se analiza su relación y se propone una solución.
Ser capaz de entender las matemáticas llegando a soluciones lógicas, hará que nuestra mente se prepare para resolver problemas reales y tomar decisiones evitando errores o engaños.
Capacidad de pensamiento
Aprender matemáticas desde la niñez enseña a pensar, es decir, a saber, explicar cómo funcionan las cosas. Analizar ideas, ordenarlas y expresarlas de una forma clara y coherente es vital para que los demás comprendan lo que queremos transmitirles.
“De pequeños lo básico es sumar y restar, pero más que eso se trata de que se desarrollen habilidades de resolución de problemas, que despierten su razonamiento lógico y la confianza en ellos”, opina Delgado.
Habilidad mental
Al resolver un problema matemático es necesario concentrarse para encontrar una solución. Fomentar la concentración promueve la agilidad metal, de esta manera se podrá tomar decisiones más rápidas, asimilar mejores conceptos y hacer frente a situaciones complicadas.
Habilidad de investigación
El pensamiento analítico también potencia la capacidad de investigar y promover la curiosidad. Las matemáticas nos hacen razonar mediante una fórmula lógica, utilizando datos reales que son verificables. Esto nos permite enfrentarnos al mundo buscando respuestas basadas en evidencias y no solo en emociones.
Fomenta la curiosidad
Siempre se ha dicho que las matemáticas son la madre de todas las ciencias. ¿Por qué? Porque son la base de muchas disciplinas científicas y tecnológicas y de muchas acciones de nuestra vida cotidiana. Seríamos incapaces de comprender ciertos fenómenos sin ellas, como el manejo del dinero, entender la hora o simplemente cocinar siguiendo una receta.
