Los autores llevaron a cabo un estudio aleatorio de 77 pruebas clínicas sobre el taichí, que fueron publicadas entre 1993 y 2007. Estas incluyeron aproximadamente 6 mil 410 participantes.
La conclusión fue definitiva: la práctica favorece la salud del humano en diferentes sistemas del organismo.
Linda Larke, de la Universidad de Arizona, explicó que los beneficios del taichí radican en que este cuenta con varios niveles de trabajo que se adaptan a cualquier necesidad, por ello no resulta extraño que sea una actividad física que pueden practicar personas, incluso, de la tercera edad.
Otra de las ventajas es que no necesita de grandes espacios, ni aparatos sofisticados para disfrutarlo. Al momento de practicarlo, la persona puede mejorar aspectos físicos, mentales y emocionales en cada movimiento.