Además, estos procedimientos producen numerosos falsos positivos que conllevan intervenciones quirúrgicas inútiles con una elevada tasa de complicaciones, añadieron.
“No existe ningún método eficaz para la detección del cáncer de ovario que permita reducir la mortalidad”, afirmó Virginia Moyer, presidenta de este grupo de trabajo.
“De hecho, una proporción elevada de las mujeres que sufren estos exámenes tienen falsos positivos y pueden por esta razón sufrir complicaciones inútiles como una gran intervención quirúrgica”, añadió.
El grupo de expertos afirma que no hay pruebas rutinarias recomendadas para las mujeres sin ningún síntoma de cáncer de ovario y que no portan mutaciones genéticas como las que se encuentran en los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan el riesgo de sufrir la enfermedad.
Otras asociaciones médicas estadounidenses ya han realizado recomendaciones similares a la del grupo de trabajo federal, como la Asociación Americana Contra el Cáncer (American Cancer Society) o el grupo estadounidense de ginecólogos (American Congress of Obstetricians and Gynecologists) .
El grupo de trabajo del servicio de prevención estadounidense, formado por dieciséis médicos especializados independientes nombrados por el gobierno federal, ya había anunciado la inutilidad de una prueba de detección del cáncer de próstata conocida como PSA y de la mamografía rutinaria en mujeres de menos de 50 años para descubrir posibles tumores de seno.
Mientras que existe un consenso en la comunidad médica en lo que se refiere a las recomendaciones de las pruebas de detección de cáncer de ovario, no ocurre lo mismo en referido a las pruebas de próstata y mamografías que son sujeto de grandes controversias entre los expertos.