Salud y Familia

Ese ruido que no cesa

Cantos de grillos, campanillas o goteo de lluvia son algunos de los ruidos descritos por pacientes con tinnitus. Estas personas escuchan sonidos que no están producidos por ninguna fuente externa y los perciben, incluso en situaciones de absoluto silencio ambiental.

El tinnitus, también conocido como acúfenos, consiste en la percepción de un sonido sin que haya nada en el exterior que lo genere. Puede ser de dos tipos: objetivo o subjetivo. “El primero puede ser oído por otras personas. Un ejemplo son los pacientes con tumores vasculares en el oído que escuchan su pulso y que un especialista también puede oír con algún aparato”, indica Constantino Morera, presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología.

Por otro lado, el paciente que tiene esa sensación, pero que nadie puede escuchar, es una persona con un cuadro subjetivo.

Morera también explica que hay acúfenos transitorios y crónicos, y son estos los que se convierten en un problema. Las personas afectadas describen el sonido que perciben de maneras muy variadas. Hay referencias de campanillas, grillos y ruido de agua, de lluvia o de tempestades, etc. Este sonido siempre es subjetivo, es decir, lo oye el afectado pero no quienes lo rodean.

Normalmente lo que estas personas escuchan son sensaciones de tonos puros en frecuencias determinadas, que pueden ser agudos o graves. Pero otras veces son más complejos y los pacientes pueden oír una mezcla de sonidos como un chorro de vapor o sensación de grillos, por ejemplo.

Causas

La afección puede surgir por varias razones. Una muy común es la exposición frecuente e intensa a ruidos. Según explica el especialista, los ruidos producen lesiones en el oído interno que pueden dar lugar a la percepción de estos, sin que ocurran.

Pero también hay otras causas. “Pueden aparecer por problemas muy simples como tapones de cera o por tumores en el nervio auditivo”, afirma. Otros factores también pueden ser los traumatismos craneoencefálicos, problemas cervicales, enfermedades cardiovasculares, alergias o hipotiroidismo.

Para tratar los acúfenos, en primer lugar, hay que descartar causas solventables desde el punto de vista médico. En el caso de que haya pérdida auditiva se emplean amplificaciones. Así, mediante una prótesis auditiva, el sujeto oye y deja de percibir ese ruido.

Por otro lado, también existen aparatos similares a las prótesis auditivas, que emiten un ruido y que están diseñados para tratar de ocultar la presencia del tinnitus.

Para los acúfenos crónicos de causa desconocida existe la terapia TRT (Terapia de Reentrenamiento de Tinnitus). Se trata de hacer entender al paciente que debe acostumbrarse a esa reacción y se basa, fundamentalmente, en un apoyo desde el punto de vista psicológico.

Molesto problema

Otras consideraciones sobre los acúfenos:

El consumo de alcohol, cafeína, antibióticos, ácido acetilsalicílico y otros fármacos pueden ser un factor de riesgo para que se produzca la tinnitus o acúfenos.

También puede surgir por infecciones del oído, cuerpos extraños o cerumen en el oído, o por hipoacusia.

La música a bajo volumen, el tictac de los relojes u otros ruidos pueden ayudar a que una persona no se percate del tinnitus.

Es necesario mantener la mente relajada, ya que sentirse estresado o ansioso puede empeorar la molestia.

Hay que tratar de dormir con la cabeza en una posición elevada, ya que esto disminuye la congestión y hace que los ruidos sean menos notorios.

Acudir al médico si los síntomas se presentan con otros problemas como mareo, pérdida del equilibrio, náuseas o vómitos.

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