Salud y Familia

Siga estos consejos para ir bien preparado a la consulta con el médico

En consultorio no siempre hay mucho tiempo para estar buscando las palabras justas, y otras veces ocurre que el dolor de pronto desaparece y con él también las palabras para describirlo.

Siga estos consejos para ir bien preparado a la consulta con el médico

Sin miedo a preguntar: los médicos suelen utilizar términos técnicos que no todo el mundo conoce. Si se les pide que expliquen lo que quieren decir en términos sencillos, se saldrá de la consulta mejor informado. (Foto Prensa Libre: Christin Klose/dpa)

Cuántas veces uno habrá estado esperando que llegue por fin el momento de ver al médico y, al entrar en el consultorio, son tantas las cosas que uno tiene en la cabeza que al final olvida hacerle la pregunta más importante. Prepararse antes de una consulta puede ser muy útil. Los siguientes consejos sirven como herramienta para acudir a la consulta bien preparado:

Antes de la consulta

– Saber cómo describir los síntomas

Cuando uno siente dolor, es bueno poder describirlo con la mayor precisión posible. ¿Es un dolor punzante? ¿O es más bien una palpitación o un retortijón? “Intentar describir los síntomas recién cuando uno está frente al médico no siempre da buenos resultados”, dice Anke Puzica, que trabaja en una central de protección al consumidor de la ciudad alemana de Hamburgo.

“Es importante además transmitir hace cuánto uno tiene las molestias y si fueron en aumento con el correr del tiempo”, dice Ralf Suhr, que trabaja en una fundación dedicada a temas de salud.

– Recopilar la información importante

También es muy útil que los pacientes piensen por anticipado qué informaciones debiera tener el médico en relación con su historia clínica. “Tal vez antecedentes familiares, alergias o enfermedades crónicas”, dice Suhr.

Otro dato relevante es la medicación que uno suele tomar. “No hay que omitir los medicamentos y los suplementos alimenticios que uno compra sin receta alguna”, recuerda Suhr. Si un paciente acude a la consulta con toda esa información ya reunida, le facilita mucho el trabajo al médico y puede aprovechar mejor el tiempo de la conversación.

– Evitar los autodiagnósticos de internet

No pocas personas intentan informarse previamente por internet, pero es sabido que a la hora de buscar información sobre síntomas y enfermedades en la red es necesario ser cauto. En muchas ocasiones los autodiagnósticos de la web son errados. En otras, se llevan a conclusiones desmedidamente drásticas.

También es importante saber que “muchas de las informaciones publicadas suelen responder a determinados intereses, mientras que otras directamente son falsas”, dice Suhr. Eso puede generar muchísima incertidumbre.

Quien quiera informarse antes de la consulta, debería hacerlo en todo caso a través de páginas confiables y buscando fuentes conocidas.

Durante la consulta

– No tener miedo a repreguntar

Suele suceder que los pacientes no entienden todo lo que les dice el médico durante la consulta. En esos casos, lo principal es preguntar o pedir que el médico reformule lo que está diciendo utilizando palabras más sencillas. Preguntar es mucho mejor que asumir que uno está entendiendo y luego notar en casa que no supo muy bien qué quiso decir el especialista.

“Puede ser útil pedirle a alguien que sirva de acompañante en la consulta. Tal vez la otra persona hace las preguntas adecuadas en el momento justo”, dice Anke Puzicha.

Es frecuente que haya diferencias entre lo que uno dice, lo que quiere decir y lo que el otro entiende. Puede suceder, como apunta Ralf Suhr tomando un ejemplo, que un médico diagnostique una rinitis aguda y que el paciente, al no conocer el término, comience a preocuparse.

El médico solo quería decir que el paciente tenía un resfrío y el paciente se ve confrontado con una expresión desconocida que le hace pensar que está atravesando un cuadro terrible. “Tanto más importante resulta preguntar cuando uno no entiende algo.”

– Resumir las conclusiones

Los asesores consultados aseguran que existe un método para comprobar si uno ha entendido todo bien. “La técnica de comunicación ‘teach-back’ consiste en resumir los puntos esenciales en las propias palabras del paciente al final de una conversación”, dice Suhr.

La técnica permite que los pacientes entiendan mejor lo que quiso decir el médico, y que además puedan recordar mejor la conversación. De ese modo, también pueden aclararse en forma directa los malentendidos que podrían haber surgido.

Otro método ventajoso: apuntar todo lo que dijo el médico ni bien termina la consulta. Es un modo de asegurarse de que ninguna información quede perdida en el camino.

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