Salud y Familia

Tres consejos para limitar el tiempo de los niños frente a la pantalla

Uno de los consejos es que se pueden introducir días sin móvil. En este caso, toda la familia debería acatar la restricción.

Tres consejos para limitar el tiempo de los niños frente a la pantalla

Los padres no pueden controlar cada paso que dan los niños y jóvenes en internet. Sin embargo, se necesitan normas para que su uso no se les vaya de las manos, por ejemplo, en cuanto al tiempo frente a la pantalla. (Foto Prensa Libre: Christin Klose/dpa)

Las redes sociales y los juegos en línea encierran un potencial adictivo. Para evitar que los niños se pierdan en el mundo digital, conviene tener reglas claras.

¿Cómo pueden las familias establecer normas para evitar que esto ocurra? Una iniciativa alemana de protección de la infancia en internet ofrece los siguientes consejos:

Cuota de tiempo semanal

Si el niño tiene diez años o más, los padres deberían acordar un tiempo semanal de pantalla en lugar de uno diario. De este modo, los niños pueden aprender a gestionar su tiempo con antelación.

Pero, ¿cuánto debe ser? La iniciativa propone diez minutos diarios de tiempo multimedia por año de vida. En concreto, esto significa que, si el niño tiene 14 años, la cuota diaria será de 140 minutos, algo más de dos horas. Este valor se extrapolará a la semana.

 

 

Promover hábitos saludables

La iniciativa aconseja a los padres establecer normas para el uso de móviles y tabletas. Por ejemplo, mientras se hacen los deberes, TikTok es tabú. Y durante las comidas el móvil nunca estará en la mesa. Así se crean hábitos saludables en el trato con los medios digitales.

 

También se pueden introducir días sin móvil. En este caso, toda la familia debería acatar la restricción.

 

– Ser un modelo a seguir

El hecho de que papá nunca vaya al baño sin su móvil es algo que los niños también notan. Los menores pueden aprender a moderarse si sus padres son un buen modelo a seguir y dejan de lado el móvil de vez en cuando.

 

Según la iniciativa, los padres también pueden enseñar a sus hijos que nadie tiene por qué estar siempre disponible.