A todos se les suministró galletas dulces, golosinas M&M, zanahorias y uvas en cantidad generosa. Durante la proyección de “The Island”, los estudiantes consumieron en promedio 207 gramos (siete onzas) de los diversos alimentos, un total de 324 calorías.
Esto es 140 calorías más y el doble de peso de lo que comieron mientras miraban a Charlie Rose. También comieron casi 100 calorías más mirando la serie sin sonido, en comparación con el programa de entrevistas.
La teoría es que la TV de acción, al distraer más al espectador, alienta el comer distraídamente, dijo el investigador Aner Tal, autor principal del estudio. Los resultados sugieren que una dieta constante de series de acción eleva el riesgo de engordar.
El estudio tiene las limitantes de que fue con un grupo pequeño y no duró lo suficiente como para medir los efectos a largo plazo sobre el peso de los estudiantes. También es posible que para ciertos espectadores se interesen más por los programas periodísticos y tiendan a comer más que cuando miran series de acción.
Tal sugiere, en conclusión, que los espectadores tomen medidas para reducir la ingesta impensada, o eviten los alimentos de altas calorías cuando miran TV.