El virus fue encontrado por investigadores de la Universidad Estatal de San Diego, EE. UU. y el Centro Médico de la Universidad de Radboud de Nijmegen, Holanda, publicó la revista Nature.
El equipo de científicos detectó al crAssphage casi por accidente mientras revisaba muestras de excrementos en busca de otros virus intestinales.
Evidencia
Al comparar la cadena de ADN de este virus con las bases de datos oficiales resultó que en ellas no figuraba nada parecido.
Para demostrar que el virus realmente existe, estos científicos localizaron al crAssphage tras cotejar resultados de muestras de orina de otras bases de datos y analizar diversas poblaciones.
Ello les llevó a concluir que el virus podría encontrarse en más de la mitad de la población, además de afirmar que podría ser tan antiguo como la raza humana por estar tan extendido.
Los investigadores buscaron luego el virus a través de la base de datos del Proyecto del Microbioma Humano del Instituto Nacional de Salud (NIH), y la base de datos MG-RAST del Laboratorio Nacional de Argonne, Illinois, EE. UU., y de nuevo lo encontraron en abundancia en las muestras de heces humanas.
El virus se caracteriza por tener, al menos, diez veces más pares de bases de ADN que el VIH.