Es importante vencer los prejuicios y los temores, y estar conscientes de la realidad de nuestro país para tomar las mejores decisiones o las más acertadas, según las circunstancias.
Ánimo, guatemaltecos y guatemaltecas, con la mirada puesta en Dios y los pies firmes en el suelo.
Estimado señor Pérez: Gracias por la colaboración y ese aporte desinteresado que ofrece a los lectores de esta columna, con información que puede ser de alguna utilidad para miles de guatemaltecos desempleados, que buscan desesperadamente un trabajo para ganarse la subsistencia y la de su familia.
En este espacio, con frecuencia se acoge humanamente el llamado para personas que carecen de trabajo, porque los medios de comunicación ofrecen algunas oportunidades a quienes están agobiados por la falta de empleo. Muchas veces su situación es desesperante y se siente la impotencia que les causa no poder encontrar ese medio de substancia para él y su familia. Y es que cuando en un hogar se tienen obligaciones con los hijos y se terminan los ingresos para subsistir al lado de ellos y la madre, la situación se vuelve agobiante. Cuando los jóvenes deambulan por todas partes en busca de un trabajo, para cubrir sus expectativas de estudio, de familia y personales, la vida se les torna difícil. Y entonces es cuando se necesita apoyo y orientación para poder salir adelante, tomando en cuenta que la educación es el principal elemento que nos sacará de todos los males que sufrimos los guatemaltecos.
Este es un motivador consejo de Bernard Shaw: “Aceptar y ejercer tu responsabilidad personal implica deshacerte del salvavidas que medio te mantiene a flote y probarte que eres capaz de hacerlo por ti mismo, y más aún, que eres capaz de avanzar en la dirección que tú deseabas”.