Este es solo uno de los objetos que engalanan la lista de subastas de cosas peculiares que han pertenecido a los famosos. Pero más allá de eso, el sentimiento de los fanes por tener un tesoro de este tipo también los ha llevado a pagar por accesorios que nadie creería que pudieran tener algún valor monetario.
El clásico vestido de Marilyn Monroe fue subastado en el 2011 por US$4.6 millones. (Foto Prensa Libre: ARCHIVO)
El año pasado, un seguidor de la serie Breaking Bad, pagó US$10 mil por un calzoncillo utilizado por el personaje principal de la serie, Walter White.
En el 2011 fue subastado el primer contrato que firmó el legendario guitarrista Jimi Hendrix, cuyo valor inicial fue de US$1 y ascendió a US$250 mil.
En una entrevista en el 2010, Darren Julien, director de Julien’s Auctions, una de las exitosas casas de subastas, afirmó que “lo que mantiene viva esta industria son los fanes”.
El internet también ha jugado un rol muy importante. En el 2011, cuando se creó eBay celebrity, el portal inauguró con la subasta de una cena en compañía del actor Brad Pitt, por US$10 mil.
Es conveniente destacar que no todas las subastas generan ganancias para las empresas, ya que algunos famosos han puesto sus objetos en venta para obras benéficas, como en el 2006, cuando David Bowie, Pamela Anderson, Ringo Starr y Susan Sarandon subastaron sus zapatos. La cifra más alta la obtuvo Bowie, con US$1 mil 262.
Un mechón de pelo de Elvis presley se vendió por US$115 mil en 2002. Después, en el 2011, un puñado de pelo de Justin Bieber se subastó por US$ 40 mil 668. (Foto Prensa Libre: ARCHIVO)