La acumulación de células muertas, sudor, exceso de grasa, maquillaje, contaminación del medioambiente, entre otros agentes, en la superficie de la piel originan la obstrucción del folículo. Estas impurezas almacenan secreción sebácea en su interior, lo que genera una respuesta inflamatoria y puede predisponer a infecciones y aparición de puntos negros, comedones y espinillas.
Paredes explica que el sistema de transporte liposomal es el que ayuda a depositar el ácido láctico directamente dentro del folículo sebáceo, al atacar con absoluta presión el origen de la suciedad, sin afectar la piel.
Además, la especialista asegura que el ácido láctico es un factor natural de hidratación, que fija el agua de la capa córnea al aumentar el nivel de líquido de la piel de manera eficaz.
El problema de la piel grasa y con tendencia al acné puede controlarse en forma efectiva al seguir un tratamiento adecuado con productos que tengan ingredientes activos específicos, como el ácido láctico, además de una rutina de limpieza y cuidado facial diario, destaca la facultativa.