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Fotografía de viajes: cómo hacer fotos más personales y originales

Dos fotógrafos profesionales dan consejos sobre cómo documentar los viajes, de manera que den ganas de mirar las fotos una y otra vez.

Fotografía de viajes: cómo hacer fotos más personales y originales

Una cámara con objetivos intercambiables es, por supuesto, lo óptimo. Pero para los fotógrafos aficionados que quieran algo más compacto, lo mejor es utilizar smartphones de las clases alta y superior, porque suelen llevar buenas cámaras integradas. (Foto Prensa Libre: Sina Schuldt/dpa)

Las clásicas tomas de la playa, puestas de sol, cursis o el hotel desde todas las perspectivas: las fotos de vacaciones y viajes son a menudo aburridísimas. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.

Michael Martin es uno de los fotógrafos más conocidos de Alemania. Este licenciado en Geografía, profesor y aventurero lleva más de 40 años viajando por el mundo y dando cuenta de ello en conferencias, libros y documentales de televisión.

Para Martin, básicamente hay momentos “correctos” e “incorrectos” para fotografiar: por la mañana y al atardecer, la luz cálida y las sombras dan un ambiente especial. “Además, muchas actividades sociales suelen tener lugar por la mañana y por la tarde, no al mediodía”, señala para explicar su enfoque.

Por eso, las buenas fotos de viajes suelen ser una cuestión de tiempo y prioridades, afirma Martin. Para hacer buenas fotos, hay que dar a la fotografía la prioridad correspondiente: “Un buen fotógrafo está constantemente en movimiento buscando motivos, y hace fotos rápidamente cuando encuentra un motivo adecuado”. La mejor cámara, añade, es la que se lleva siempre consigo.

El fotógrafo profesional Michael Runkel ha viajado a los 193 estados miembros de las Naciones Unidas. Sus fotos se pueden encontrar en todo el mundo en guías de viaje, periódicos, revistas y portales en línea.

Para Runkel, las buenas fotos de viajes empiezan por los fundamentos de la fotografía. Estos incluyen las mejores condiciones meteorológicas, el momento adecuado del día con la luz apropiada y un bonito motivo. Sin embargo, para él no solo es importante la composición de la imagen, sino que también aconseja utilizar técnicas fotográficas como jugar con la profundidad de campo.

Michael Martin también apuesta por el estilo cinematográfico con un diafragma abierto (número f más pequeño) para poner a los protagonistas más en primer plano, es decir, las personas enfocadas y el fondo desenfocado. Los teléfonos inteligentes simulan este efecto con el modo retrato.

“Para los retratos, la luz debe iluminar el rostro desde un costado; a veces también funcionan las tomas a contraluz”, explica Michael Runkel, y añade: “Para las tomas de personas, los pies no deben estar cortados”.

Nunca está de más leer el manual de la cámara antes de salir de vacaciones, experimentar con la cámara del smartphone en modo manual, por ejemplo, y familiarizarse con conceptos fotográficos básicos como la relación entre la apertura, la velocidad de obturación y la sensibilidad del sensor (ISO).

Por supuesto, una cámara con objetivos intercambiables siempre es óptima. Pero si se prefiere hacer fotos con el móvil, Michael Runkel recomienda que se compre al menos un dispositivo de gama alta o incluso premium.

Fotografía de viajes: cómo hacer fotos más personales y originales
¿Será de interés el plano general de la playa cubierta de sombrillas? (Foto Prensa Libre: Clara Margais/dpa)

Esto se debe a que estos incorporan las mejores cámaras con procesadores rápidos, sensores relativamente grandes, super gran angular y teleobjetivos ópticos. Los mejores teléfonos también suelen ofrecer la opción de guardar las fotos en formato de datos sin procesar (RAW). Por otro lado, las opciones de ajuste manual, a menudo denominadas modo experto, suelen encontrarse incluso en los smartphones de gama media.

Para Runkel, investigar el país de destino también forma parte de la preparación fotográfica de un viaje. “Los motivos son diferentes en cada país y en cada región”, asevera, y añade que por eso es útil informarse y planear de antemano.

Al decir esto, Runkel no se refiere a los lugares turísticos más destacados. “Lejos de las atracciones principales, suele haber regiones y lugares que son bonitos y no están repletos de gente”, señala el fotógrafo, y añade: “Allí se suelen encontrar buenos motivos”.

Muchos fotógrafos aficionados solo se fijan en motivos de postal, como paisajes, playas o monumentos culturales. “Lo que suele faltar son protagonistas y un toque personal. Estos últimos son los que hace que las fotos de vacaciones merezcan la pena”, explica Michael Martin.

Según Martin, la gente a la que luego se enseñan las fotos no quiere ver una guía de viaje neutral, sino un diario de viaje personal: “Cuando a mi hija se le cae el helado en la carretera, le hago una foto, igual que al auto que se estropea durante el viaje”. Estos momentos también forman parte de las vacaciones.

Por ese motivo, la mitad de las fotos deben mostrar personas y situaciones cotidianas, aconseja Michael Martin, y añade que así puede surgir un buen cuaderno de viaje documental, estructurado cronológicamente y con una narrativa apasionante.

Así y todo: “Muchos fotógrafos aficionados a menudo solo hacen tomas generales”, observa Martin críticamente. “Pero lo interesante son los primeros planos de niños, lugareños o comida”. Su consejo: simplemente, acercarse más a los motivos.

“No limitarse a ‘disparar’ a la gente, sino preguntarles si aceptan ser fotografiados”, aconseja Michael Martin. Además, recomienda: “Quitarse las gafas de sol, mostrar respeto, generar confianza y solo entonces pedir permiso para sacar la foto. Una foto de viaje con un lugareño solo es buena si tanto la persona fotografiada como el viajero se sienten bien después”.

Michael Runkel también considera muy importante en la fotografía el tratamiento respetuoso de las personas, la cultura, la naturaleza y los animales. “Incluso en una cultura narcisista con muchos selfies, no debe faltar el respeto a los demás”, afirma. “Otros países y culturas tienen una conciencia diferente y a veces reaccionan irritados y molestos ante fotógrafos intrusivos”.

¿Y qué es mejor? ¿Hacer pocas fotos o muchas? Michael Martin aconseja sobre todo a los principiantes que tomen pocas fotos y las seleccionen después “sin piedad”, y explica que incluso él, como profesional, elimina el 90 por ciento de las fotos expuestas por la noche después de un día de fotografía, es decir, todas las fotos que han salido mediocres y malas.

Martin aconseja a los fotógrafos aficionados ambiciosos que guarden sus fotos en formato RAW y no como JPEG comprimidos, ya que solo los archivos RAW pueden utilizarse para sacar el máximo partido al procesamiento de imágenes posterior.

Pero, ¿está bien editar imágenes? ¿No quita la edición autenticidad a las fotos de viajes? “El postprocesado de fotos es legítimo y un paso integral, pero no la manipulación de imágenes con alteración de píxeles”, enfatiza Michael Martin, que básicamente ajusta el contraste y la exposición en cada foto.

Algunos consejos más de Michael Martin para presentar las fotos de las vacaciones a los demás en casa: adoptar una actitud autocrítica, contar también los percances del viaje e incluir los accesorios adecuados. “Un vino griego va bien con unas vacaciones en Grecia, un sombrero con un viaje a México”, explica el profesional. “Estos elementos hacen que la presentación sea más amena”, puntualiza.