La empresa japonesa se ha posicionado como uno de los colosales del entretenimiento global desde sus primeros productos como lo fueron los sets de cartas que vieron la luz hacia finales del siglo XIX, hasta llegar a la explosiva gama de videojuegos y consolas que detonaron a mediados de la década de 1980 con la llegada de historias como Mario Bros (en 1985) y The Legend of Zelda (1986).
A la fecha, y con más de 35 años de haber salido a la luz, la historia de Mario Bros sigue acumulando seguidores de todas las edades, indistintamente de su formato. Prueba de ello sucedió en abril de este año cuando Nintendo alcanzó una nueva marca histórica a través de la producción cinematográfica The Super Mario Bros. Movie.
Siguiendo la narrativa del videojuego, la película presenta al enternecedor fontanero Mario quien emprende in viaje para rescatar a la Princesa Peach. El filme cuenta con la participación de nombres famosos como los de Chris Pratt –quien interpreta a Mario–, Anya Taylor-Joy –como la Princesa Peach– y Jack Black –asumiendo al villano Bowser–.
Parte de esta estrategia, vinculada a una poderosa reversión en pantalla grande, generó bastante expectativa en el público de todo el mundo y tan solo un mes después de su estreno, logró recaudar más de un billón de dólares en concepto de taquilla.
Esto también provocó una marca histórica en lo que va del año, ya que The Super Mario Bros. Movie ha logrado posicionarse, hasta ahora, como la película más taquillera del 2023, según el sitio Box Office Mojo del servicio IMDB.
El éxito anual de Nintendo está lejos de terminar. En mayo, tan solo un mes luego del estreno de la película de Mario, la casa japonesa de entretenimiento se topó con un nuevo precedente gracias a una masiva recepción del juego The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.
Luego de los primeros tres días de haber salido, esta nueva producción dentro de la fantasiosa historia logró alcanzar 10 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Aunque las cifras recaudadas por las nuevas producciones de Zelda y Mario evidencian un apasionado récord comercial, los aplastantes números son el resultado de una mezcla de refuerzo cultural y de una creciente afinidad intergeneracional que se ha ido legando.
El éxito de Mario y Zelda
Jose Pablo Ovalle, desarrollador de videojuegos asociado a la UNIPRO-Universidad InterNaciones (Unir), explica que la resonancia que han llegado a tener historias como las mencionadas se explican con el desarrollo de una cultura.
“Pienso que lo importante de esto es que se crean culturas, que incluso se pueden ir adaptado a nuevos géneros o meterse en otros videojuegos”, menciona el también ingeniero.
Ovalle explica que, en el caso de Mario, la historia original no se quedó únicamente en un formato. La narrativa puede encontrarse en otros títulos como Mario Party, Mario Pinball o Mario Kart. Asimismo, estas propuestas han encontrado su evolución en distintas consolas e incluso en experiencias que llegan a ser incluso inmersivas.
El ingeniero ejemplifica que, para comprender este reforzamiento cultural se debe voltear la mirada hacia decisiones comerciales como la promoción de figuras de acción o incluso a través de la misma divulgación por parte de los jugadores y fanáticos a lo largo de los años.
Ovalle señala que el rol de los ahora llamados ‘streamers’ es importante, ya que divulgan información sobre los videojuegos y de esta manera se amplía el conocimiento y la cultura alrededor de los mismos.
“En algún momento se habló de la muerte de la narrativa en los videojuegos que eran lineales, pero ha habido una evolución tremenda y la narrativa está siendo cosas maravillosas”, agrega Judit García Cuesta, directora del Máster en Diseño de Videojuegos en la Universidad en Internet (Unir).
La especialista señala que el desarrollo de los videojuegos se puede vincular también a la nostalgia que rodea a las primeras generaciones de usuarios y por ende, se permite una vinculación hacia los más jóvenes y pequeños.
Enseñanzas de los videojuegos
“A muchos adultos nos ha conectado con nuestra infancia. Esto también nos permite estar cerca de nuestros hijos y nos lleva a hablar un mismo lenguaje. El videojuego ha ayudado a unir nexos”, subraya García Cuesta.
La especialista comenta que este involucramiento llevaría a que los adultos aprendan a establecer un criterio sobre cuáles son los videojuegos que los menores podrán acceder. “Los videojuegos deben ser concebidos inicialmente como algo familiar”, señala la especialista.
Por otro lado, Jose Pablo Ovalle recuerda que propuestas como Zelda y Mario Bros. responden a públicos más familiares, por lo que sus personajes suelen ser carismáticos y dan una sensación infantil.
Los videojuegos también procuran una serie de aportes y reflexiones para personas de todas las edades, comparten los entrevistados. Entre estos aportes destacaría el reconocimiento de las oportunidades para lograr una misión, a pesar de los fallos o en algunos casos, la muerte de los personajes, apunta Judit García Cuesta.
“En casos como los de Nintendo podemos ver que sus personajes presentan arquetipos como el héroe o el villano, y también la importancia de las aventuras: El querer hacer una gesta heroica es algo que nos engancha”, comparte la entrevistada.
Daniel Madrigal Luttman, especialista en videojuegos señala que en estas propuestas hay un gran potencial de aprendizaje: “Aprender a jugar conlleva un espectro muy grande. Toda esa información que se llega a experimentar es parte de superar barreras y cómo se va creciendo”.
Madrigal Luttman, apunta que los desafíos incluidos en las narrativas también permiten estimular la creatividad y situar a los usuarios en escenarios que nunca hubieran imaginado.