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Luna, Marte y nuevas estaciones: los planes espaciales para 2022

Esta es una panorámica general sobre los proyectos para el nuevo año en el mundo.

Luna, Marte y nuevas estaciones: los planes espaciales para 2022

Representación artística del rover ExoMars de la ESA (en primer plano) y de la plataforma científica rusa (al fondo) en Marte. Foto: ESA/ATG medialab/dpa

Los viajes al espacio están en auge, al tiempo que se planifican nuevas estaciones espaciales y continúa la carrera hacia la Luna y Marte. La lista de las misiones que se planifican en el mundo es larga y el número de países y proveedores comerciales que participan crece cada día más.

Con la primera misión de un astronauta privado, el rodaje de una película y quizás finalmente un vuelo del “Starliner” de Boeing a la estación espacial ISS, las empresas privadas vuelven a involucrarse en los planes espaciales de Estados Unidos para 2022.

 

ESTADOS UNIDOS

La agencia espacial norteamericana NASA ha apostado en los últimos años cada vez más por socios comerciales y quiere fortalecer aún más ese tipo de cooperación en 2022. Ha planificado con la firma SpaceX de Elon Musk varios proyectos, entre ellos nuevos viajes tripulados y no tripulados a la estación espacial internacional (ISS).

La agencia espera además que la nave espacial “Starliner” de Boeing, afectada por la crisis, pueda volar pronto rumbo a la ISS.

Además, se planificó con la compañía Axiom Space la primera misión privada de astronautas a la estación espacial, donde la estrella de Hollywood Tom Cruise tiene pensado también rodar allí una película. La empresa Blue Origin, del creador de Amazon Jeff Bezos, planea entretanto su propia estación espacial comercial.

El nuevo administrador de la NASA, Bill Nelson, debió, sin embargo, corregir el calendario armado por su antecesor: la misión “Artemis” debía llevar en 2024 por primera vez en casi 50 años a astronautas estadounidenses, incluida la primera mujer, a la Luna. Ahora, este alunizaje tendrá lugar como muy pronto en 2025.

La misión tiene previsto llevar a cuatro astronautas en la nave espacial “Orion” a la órbita lunar, desde donde dos de ellos harán un trasbordo a un vehículo espacial de SpaceX para realizar el último trayecto y alunizar. Además, se pretende crear una especie de estación espacial en la Luna que sirva de base para un vuelo tripulado a Marte, pero sólo en un futuro lejano.

 

RUSIA

La agencia espacial rusa Roskomos espera en tanto poner fin en el nuevo año a la serie de averías que se registraron en su nuevo cosmódromo Vostochni. “Debemos finalizar su construcción en 2022”, declaró el jefe de Roskosmos, Dmitri Rogosin.

Las instalaciones del puerto espacial, ubicado unos 6.000 kilómetros al este de Moscú, se encuentran parcialmente en funcionamiento hace ya cinco años, aunque desde hace tiempo debería estar operando ya en su totalidad. Pero la corrupción y la quiebra de empresas plantearon diversos obstáculos.

De acuerdo con los planes oficiales, desde Vostochni despegarán en un futuro nuevos modelos de cohetes, como el “Angara”.

Rusia también quiere hacer un nuevo intento de llegar a la Luna desde el nuevo puerto espacial en la próxima primavera boreal. El lanzamiento de la sonda espacial “Luna 25” está previsto para mayo, aunque en realidad debería haber estado en camino hace tiempo.

“Volveremos a ingresar a la órbita lunar por primera vez después de 46 años”, declaró Rogosin. En un futuro también volarán cosmonautas a la Luna. Rusia quiere construir por etapas una estación espacial en el satélite de la Tierra para 2040.

De acuerdo al plan de vuelos, en 2022 arribarán al menos cinco naves espaciales rusas a la ISS, dos de ellas tripuladas por cosmonautas.

Es probable que continúe el debate sobre el plazo de funcionamiento de la estación, que ya lleva más de 20 años en operación. Aún está pendiente la decisión oficial sobre la continuidad de la misma después de 2024. Rusia quiere construir su propia estación espacial y los planes podrían concretarse en los próximos meses.

En tanto, en 2022 se concluirá un proyecto terrestre, la construcción del nuevo centro espacial en Moscú, que también será sede de las autoridades del rubro. El edificio, de 248 metros de altura y que se asemejaría a un cohete, albergará a unos 20.000 empleados. En sus instalaciones se realizarán investigaciones espaciales.

CHINA

China, la potencia espacial emergente, planea concretar en 2022 varios de sus ambiciosos planes. La máxima prioridad estará puesta en la puntual finalización de la estación espacial “Tiangong” (Palacio celestial), cuya construcción debería concluir para fines del nuevo año.

El módulo central “Tianhe” (Armonía celestial) fue lanzado al espacio en abril. En él vive y trabaja actualmente una tripulación integrada por tres astronautas. China aún debe lanzar al espacio otros dos módulos de la estación, al tiempo que planifica nuevas misiones de carga y vuelos tripulados.

Lo más destacado del programa espacial chino fue hasta ahora el alunizaje en 2019 de un rover en la cara oculta de la Luna. Ningún otro país había logrado esta maniobra antes. En 2021, los chinos también llevaron su primer rover a Marte.

Las ambiciones espaciales del Gobierno chino no solo están vinculadas con el prestigio nacional, sino también con el liderazgo tecnológico mundial que le quiere disputar a Estados Unidos. En tanto, están previstas a mediano plazo más misiones al satélite de la Tierra y al planeta rojo.

EUROPA

La Agencia Espacial Europea (ESA) espera para 2022 resultados potencialmente espectaculares de las misiones en curso y confía en el inicio con éxito de nuevos viajes al espacio.

También debería ser un año emocionante para los astronautas europeos. Por ejemplo, la astronauta italiana Samantha Cristoforetti tiene previsto realizar su segunda misión espacial en abril y convertirse en comandante de la ISS. También es posible que se produzca un encuentro a bordo de la estación con el astronauta alemán Matthias Maurer, que debe finalizar en abril su estancia de investigación de seis meses a unos 400 kilómetros de la Tierra.

La sonda Solar Orbiter, lanzada en 2020, se acercará en marzo a menos de 50 millones de kilómetros del Sol, con lo que estará más cerca del centro del sistema solar que cualquier otra sonda espacial anterior, y se espera que aporte nuevas imágenes de la estrella.

En junio de 2020, la sonda ya había volado a menos de 77 millones de kilómetros del Sol y había tomado imágenes de misteriosas “hogueras” en la estrella.

Tras un exitoso lanzamiento, los europeos esperan a partir de mediados de año las primeras observaciones del nuevo telescopio espacial “James Webb”, creado en colaboración con estadounidenses y canadienses.

En la agenda de los europeos figuran también nuevas misiones, como por ejemplo la “Artemis 1”, que partirá en febrero con el módulo de servicio europeo a bordo. La misión no tripulada a la Luna durará 20 días y servirá como preparación para un futuro alunizaje tripulado en conjunto con la NASA.

En septiembre se lanzará en tanto la segunda parte de la misión “ExoMars”, con un rover a bordo en dirección a Marte. “ExoMars” pretende investigar la cuestión de si ha habido alguna vez vida en el planeta rojo.

Y a mediados o finales de año debería decidirse cuál de los muchos aspirantes participará en futuras misiones como astronauta de ESA.

EMIRATOS ÁRABES UNIDOS

Los Emiratos Árabes Unidos, uno de los países más ricos del mundo, también llevan adelante un ambicioso programa espacial.

Los objetivos actuales son llegar a la Luna en 2024, explorar Venus a partir de 2028 y aterrizar con una sonda en un asteroide para 2033. Hasta ahora, solo dos misiones consiguieron aterrizar en un asteroide, una de Estados Unidas y otra de Japón. En febrero, una sonda espacial de los Emiratos llegó a Marte, planeta que el país árabe quiere colonizar en menos de 100 años.

Al igual que en la Exposición Universal, inaugurada en octubre en Dubai, los Emiratos también se preocupan por mostrar la imagen de un Estado moderno y progresista que alcanza literalmente las estrellas.

El presupuesto, sin embargo, sigue siendo manejable. Supone aproximadamente una quinta parte de los más de 20.000 millones de dólares de que dispone la NASA en el actual ejercicio presupuestario.

Arabia Saudí también quiere entrar en el juego, haciendo construir y poner en órbita sus propios satélites. Riad también apuesta por que pronto habrá mucho dinero que ganar en el espacio. Según las estimaciones, la industria espacial podría generar más de un billón de dólares anuales a partir de 2040.

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