El streaming “es lo único que va a importarle a la gente” dentro de unos años. “La gente está enamorada de la banda ancha, en términos de hacer clic y ver”, señaló.
Ante una audiencia de analistas de inversiones, Hastings también dijo que su empresa, que ha pasado de dar un servicio tradicional de DVD a ser un proveedor de entretenimiento en línea, prevé pagar entre US$1 mil y US$2 mil millones al año por nuevos contenidos para seguir superando a sus rivales.
“Tenemos que expandirnos todo lo que podamos antes de que el resto del mundo se ponga al día”, dijo Hastings en la conferencia de UBS sobre medios globales y comunicación en Nueva York.
Agregó que hoy se desarrolla una profunda lucha por el mercado del streaming, pero Netflix, que tiene unos 24 millones de suscriptores mensuales, y el servicio de HBO, HBO Go, ya dominan la oferta disponible.
“El competidor al que más tememos… es HBO Go”, dijo. “Los dos vamos a competir por mucho tiempo”.
HBO, un canal de cable bien consolidado, produce desde hace mucho tiempo sus propias series y películas, y ahora permite verlas en streaming a través de HBO Go.
Netflix, surgido del servicio de alquiler de DVD por correo, gastó mucho en derechos para transmitir videos y recién comenzó a desarrollar sus propios programas.
A principios de este año, la compañía ganó la puja con HBO por los derechos para hacer una versión estadounidense de la exitosa serie dramática política británica de la década de 1990, “House of Cards”.
La producción, de 26 episodios, será protagonizada por Kevin Spacey y le costará a la compañía US$100 millones, según estimaciones de diversos medios de comunicación.
Hastings dijo que Netflix espera un “sustancial” crecimiento de abonados durante el próximo año con la ampliación de su oferta y su ingreso en mercados extranjeros.