“En el montaje tratamos de recrear las vivencias que todos hemos tenido, de darle textura y dimensión a nuestras historias. De alguna manera de eso se trata la obra; refleja nuestros miedos, incertidumbres y las escenas tan comunes que muchas veces nos hacen reír o sentir intriga”, dice Medina.
En la playa participan actores considerados de primer nivel en la escena del país.
“Siempre es complicado armar este tipo de montajes, pero lo hacemos para rescatar ese buen teatro”, explica Samayoa.
Sinopsis
La obra consta de tres actos, todos diferentes, pero que coinciden en algo: en las obsesiones, oscuridades y simpatías de sus personajes. “Todos nos identificamos con alguno; pareciera que hablara de nosotros, eso nos hace sufrir, gozar o celebrar a cada uno de ellos”, agrega Medina.
La obra comienza con Instrucciones para una bofetada, una pieza escrita desde la experiencia en melodramas televisivos, el cual presenta una verdadera lección de vida. “En esta escena una famosa actriz de televisión instruye a una novata que viene del cine, para su primera escena en una telenovela”, explican los productores.
La siguiente escena es Número seis, que es la historia de un asesinato vista desde los ojos del victimario, el cual tiene un desenlace oscuro y perturbador. “A esta escena en particular queríamos imprimirle un toque de intensidad con el uso de luces, sin atenuarse. Un efecto al mejor estilo de Alfred Hitchcock. El misterio, drama y miedo se sentirá en el teatro”, opina Medina.
La actriz Dharma Morales mantiene el suspenso en una escena de Número Seis.
El tercer montaje se llama La playa, una escena cómica de contexto cotidiano, mientras un matrimonio en su mediana edad intenta enfrentar una crisis, en esta ocasión resuelto con fino humor.
“Todos hemos pasado por las clásicas escenas de matrimonio o en el noviazgo. Los espectadores tendrán un momento de alegría al identificarse”, explica Medina.