La historia está ambientada entre diciembre de 1961 y noviembre de 1962 cuando la artista, ya retirada del estrellato cinematográfico, tuvo que lidiar con una situación de tensión entre Mónaco y el gobierno francés.
El presidente galo, Charles de Gaulle, impuso un ultimátum de seis meses al príncipe Rainiero III para reformar las leyes impositivas y evitar que Mónaco se convirtiera en un refugio para defraudadores fiscales.
En aquel tiempo Aristóteles Onassis era asesor de Rainiero y mantenía una relación con Callas, quien se convirtió en una de las amigas más cercanas de Grace Kelly.