Ciudades

Incendios consumen bosques en Huehuetenango y El Progreso

Al menos 57 siniestros en Huehuetenango y dos de grandes proporciones en El Progreso han destruido cientos de hectáreas de bosque en esos departamentos, informaron autoridades y cuerpos de socorro.

Un incendio forestal se reporta cada día en Huehuetenango, según cuerpos de socorro que han atendido más de cien  en el verano, lo que ha puesto en alerta a vecinos, por el riesgo de que las llamas alcancen  viviendas, sobre todo en áreas semiurbanas.

El socorrista José Alvarado detalló que, a diferencia de años anteriores, en lo que va del año han movilizado unidades contra incendios en varias ocasiones y han gastado, en promedio, tres mil galones de agua en cada emergencia, para controlar el fuego en campos y bosques, sitios de difícil acceso.

Agregó que   tardan  entre cinco y 10 minutos para llegar a zonas urbanas. En el área rural, el tiempo es mayor, por eso recomiendan a la población que permita el paso de las unidades para evitar tragedias mayores.

“Tenemos efectos muy negativos por la destrucción de una gran cantidad de bosque mixto y coníferas, especialmente árboles de la especie de pino, además del daño al ecosistema, ya que se afectó grandemente la flora y la fauna. Muchas especies que habitaban en ese lugar han tenido que emigrar”.


Rolando Gómez, director regional de la Fundación para la Conservación y el Ecodesarrollo (Fundaeco), afirmó que el calentamiento global incontrolado y la liberación de gases de efecto invernadero  de los incendios forestales, cuyas consecuencias principales son el estrés hídrico que padecen las fuentes de agua, podría ocasionar que los ríos se sequen, mientras la demanda del líquido aumenta en los poblados.

Agregó que eso se debe sumar a la pérdida del hábitat de la diversidad de especies y la vida ecológica se destruye, en ocasiones de manera irreversible, por el severo daño que causan las llamas en el bosque.

“Nos preocupa que hay pocas acciones de prevención, porque cada año son más las hectáreas que son pasto de las llamas y sus efectos los vivimos a diario, aunque para las autoridades eso no es prioridad”, señaló Gómez.

Arden bosques

Henry Montejo, delegado departamental del Sistema de Prevención y Control de Incendios Forestales (Sipecif), dijo que este año se han registrado 57 siniestros en bosques del departamento, lo que ha dejado una destrucción de al menos 549.63 hectáreas, pues las llamas destruyeron flora y fauna.

300 bomberos forestales trabajan en sofocar incendios a nivel nacional
1,873 hectáreas han sido consumidas en los dos departamentos producto de 59 incendios


Agregó que las regiones más afectadas son la cabecera, Malacatancito, San Sebastián Huehuetenango, San Ildefonso Ixtahuacán, Chiantla, Cuilco, San Mateo Ixtatán, Santa Eulalia y Santa Cruz Barillas, donde se busca coordinar con comunitarios y autoridades ediles para sofocar los siniestros, debido a la distancia con la cabecera departamental.

Destacó que la semana pasada viajaron a Yulmacap, Barillas, donde sofocó uno de los incendios más grandes y con consecuencias ecológicas graves, pues ardió un bosque que se consideraba pulmón de la región y causó destrucción.

Montejo explicó que los daños a los bosques recaen principalmente en el tronco del árbol, según la magnitud del incendio e intensidad de las llamas. Reconoció que, por lo general, se afecta a la vegetación herbácea. “Los árboles pequeños, incluso grandes, tienden a secarse de  inmediato y quedan susceptibles a ser atacados por plagas, especialmente el pino”, refirió.

En la actualidad, el Sipecif cuenta con nueve bomberos forestales para atender a los 33 municipios del departamento, por lo que establecen alianzas con pobladores.

Julio Calderón, gobernador de Huehuetenango, indicó que existen turnos para apoyar al Sipecif con distintas dependencias del Gobierno, para brindar transporte en caso de emergencias. “El daño que se le hace al planeta con un incendio, en muchos casos, ya no se puede subsanar. Por eso es importante que se haga conciencia y no se provoquen, porque un alto porcentaje es obra del propio ser humano”, expresó.

Nos preocupa que hay pocas acciones de prevención, porque cada año son más las hectáreas que son pasto de las llamas y sus efectos los vivimos a diario, aunque para las autoridades eso no es prioridad”.


El Progreso

Daños severos dejaron dos incendios forestales que duraron cuatro días en un área boscosa de la Sierra de las Minas, en  Morazán, El Progreso.

El sábado último se activaron dos siniestros forestales de gran proporción en la finca San Miguel y se perdieron 990 hectáreas en Los Aristondo y 343 hectáreas en  Cacao Viejo.

Aunque los siniestros ya fueron controlados con el apoyo de bomberos forestales de diferentes departamentos y una cuadrilla de socorristas forestales de México, se encuentran en fase de liquidación, por lo que las autoridades esperan que no se reactiven.

Héctor Pérez, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), indicó que 280 personas trabajaron para apagar el fuego, apoyadas por un helicóptero de la Fuerza Aérea de México, que el martes recién pasado efectuó alrededor de 10 sobrevuelos.

Efectos

Miguel Ángel Arriaza, alcalde  de Morazán, dijo: “Estamos en alerta amarilla, en virtud de que los incendios ya fueron controlados. Continuamos pendientes, por si  se reactivan. Trabajamos con el Inab, Conred y Sipecif para accionar y reparar los daños  en el área quemada”.

Agregó: “Tenemos efectos muy negativos por la destrucción de una gran cantidad de bosque mixto y coníferas, especialmente árboles de la especie de pino, además del daño al ecosistema, ya que se afectó grandemente la flora y la fauna. Muchas especies que habitaban en ese lugar han tenido que emigrar”.

Juventino García Aristondo, vecino, expresó: “El problema de los incendios es grande y serio para los pobladores, no solo del casco urbano, sino para las comunidades del municipio. Esto provoca que se sequen los nacimientos de agua. Hay gente que no se pone a pensar en lo que  hace. Estos incendios han sido provocados por gente sin escrúpulos y de cerebro vacío”.

Juan Manuel Carías Aragón, otro residente, dijo: “Da tristeza lo que está pasando. Los bosques son los que nos ayudan a que se mantenga el agua, hay quienes no piensan en el daño que le hacen a la ecología del municipio”.

Cristobal Ricardo Méndez, representante de la Fundación de Protección y Atención a la Naturaleza, indicó que están preparados para restaurar el bosque destruido por los incendios.

“Preparamos una campaña de reforestación para mayo. Tenemos un vivero con 60 mil plantas  donadas por Usaid y también  uno de 40 mil plantas de diferentes especies, para llevarlas al campo y comenzar a restaurar lo dañado”, dijo.

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