Escenario

Arte urbano reta al ojo humano

Impactar los sentidos es lo que el argentino Eduardo Relero ha logrado con sus obras urbanas en tres dimensiones durante los últimos ocho años, y los guatemaltecos tienen ahora la oportunidad de apreciar una de estas piezas que se exhibe en el centro comercial Pradera Concepción.

El artista ha creado múltiples obras en 3D con la técnica anamorfosis, la cual causa un efecto visual especial; por ejemplo, un espectador podría asombrarse al ver un supuesto abismo en medio de la calle.

Relero, de 50 años, quien actualmente vive en España, conversó con Prensa Libre acerca de su trayectoria en esta rama artística.

¿Cómo se involucró en el arte?

Uno no elige muchas cosas en la vida. Mi padre y mi abuelo pintaban, y en casa había muchos libros. Entonces estuve expuesto al arte desde pequeño, así como la gente que tiene un papá o tío que juegan futbol y terminan haciendo lo mismo. Ahora no sé hacer otra cosa.

¿Influyó su padre en la decisión de hacer arte?

Todo lo contrario. Mi padre no quería que pintara. No lo hizo por mala persona, sino porque entendía que era difícil vivir de esto, sobre todo en Latinoamérica. El mundo del arte está reservado a la élite y es muy difícil dedicarte a esto si no tienes una vida acomodada, pero nunca pensé que podría hacer otra cosa.

Estudió bellas artes, filosofía y arquitectura. ¿Qué le llamo la atención de este mundo?

La filosofía me interesaba porque nos lleva a asombrarnos del entorno. Lo mismo hace el arte. Tienes que aprender a mirar el mundo con cierto asombro. La gente no tiene tiempo para ver una flor, por ejemplo. Es una actitud filosófica. Tú te acercas a las cosas que te interesan con una actitud de asombro. Hasta cierto punto no sabemos nada sobre la vida. La filosofía y el arte siempre cuestionan las apariencias.

¿En qué momento dejó el arte convencional por la creación urbana en 3D?

Fue una casualidad. Fue un encargo publicitario. No me gustaba hacerlo por mi ideología, pero lo recibí como un desafío técnico. Luego trabajé ideas que me gustaban: obras en las que dejaba traslucir un poco del concepto humano a través de estas ilusiones ópticas. En la piezas gráficas callejeras tienes la responsabilidad de hacer cosas que tengan sentido para las personas que las ven. Pero también lo decidí porque siempre tuve cierto rechazo por el arte establecido en las galerías, ya que me parecían decadentes.

Quería hacer algo que estuviera alejado de esos circuitos.

¿Considera que se rebeló contra lo socialmente establecido?

Sí, de alguna manera, pero al final esto también resulta socialmente aceptado. La diferencia es que se trata de una aceptación que no la dan los gurús del arte, sino la gente. Ellos son los que deciden si esto vive o no. Es como en el circo romano; ellos determinan si te perdonan la vida.

¿Cómo es el proceso creativo en la anamorfosis?

Es un poco misterioso porque uno se sumerge a ritos personales. Creo que si eres una persona curiosa de la vida y te vas nutriendo de un montón de cosas que pasan, las ideas pueden venir de golpe, puesto que no hay un método. A mí me gusta el mundo torcido, incompresible, estrafalario, extraño e inquietante.

ESCRITO POR:

Axel Vicente, editor de la Mesa de Inmediatez y Tendencias, Prensa Libre, Guatemala.

Axel Vicente

Periodista de Prensa Libre, especializado en audiencias, analítica, SEO, Social Media, Social Listening, con más de 15 años de experiencia en periodismo y con formación por el Knight Center for Journalism, DW Akademie, SputnikPro Journalism Project, Google Analytics Academy.