En febrero, el robo de los lienzos del artista colonial Tomás de Merlo fue uno de los hechos que más conmocionó a la sociedad guatemalteca.

Con más de 250 años de antigüedad, las creaciones que representaban la pasión de Jesucristo fueron robadas del templo de El Calvario de la Antigua Guatemala, en el que permanecían resguardados.

En junio los guatemaltecos despertaron con la noticia de la limpieza y restauración del Cristo Yacente del templo de El Calvario, de la zona 1 de la capital. Las autoridades de aquel templo ordenaron la limpieza de la imagen, la cual quedó diferente a cómo la recordaban los feligreses. Esto provocó disgusto entre los devotos.

Las redes sociales fueron una pieza fundamental para la denuncia de una carrera de motocross que se celebró en los jardines del Teatro Nacional, en junio. Miles de personas expresaron su repudio frente a este acto, que consideraron indignante.

No todo fue malo en el arte guatemalteco. En octubre se descubrió en el sitio arqueológico La Blanca (Petén) un gran friso de estuco decorado con relieves, que presenta una gran complejidad geométrica de los mayas. Este fue estudiado por arqueólogos españoles.

Limpieza a imagen causó controversia

Imagen del Cristo Yacente, del Templo el Calvario, fue sometida a una limpieza profunda.(Foto Prensa Libre: Archivo)

Feligreses del templo El Calvario en la ciudad de Guatemala se sorprendieron el pasado 24 de junio por la limpieza a la imagen del Cristo Yacente.

Según los devotos, hubo una diferencia considerable entre la imagen que se mandó a limpiar y la que presentaron tras la limpieza, lo que causó indignación.

El párroco del Calvario, Héctor José Corado, informó, en ese entonces, que se solicitó al restaurador Ramiro Irungaray limpiar la imagen de polvo, humo de veladoras y de emisiones de motores diesel, trabajo que se prolongó por tres semanas. Irungaray dijo que a la imagen no se le agregó la pátina (barniz que le da el aspecto antiguo a un objeto) y eso provocó el emblanquecimiento.

En agosto, la jueza suplente del Juzgado Segundo Penal, Carmen Lucía Acú, a solicitud del Ministerio Público (MP), citó a declarar a Corado y a Irungaray por su presunta responsabilidad en alteraciones de la imagen.

A principios de este mes el Juzgado Segundo Penal declaró falta de mérito a favor del párroco del templo de El Calvario, Héctor Corado, y del restaurador, Ramiro Irungaray.

Hurto en Antigua

El Rey de las burlas fue una de las pinturas que se robaron en El Calvario de Antigua. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Seis pinturas que datan de 1730 a 1760, creadas por Tomás de Merlo, fueron robadas el pasado 6 de febrero, del templo de El Calvario de la Antigua Guatemala.

Según el sacristán, Feliciano Chávez, se disponía a cerrar la iglesia cuando dos hombres lo amenazaron y ataron de pies y manos. Los delincuentes cortaron los lienzos por espacio de hora y media, y robaron otros enseres, como copones. Las obras sustraídas fueron La Oración en el Huerto, La Flagelación, La Piedad, La Coronación de Espinas, Jesús ante Caifás y la negación de Pedro, El prendimiento de Jesús y La curación de Malco.

Motos en el Teatro

Los daños fueron evidentes en el Teatro Nacional por la competencia deportiva. (Foto Prensa Libre: Archivo)

El Centro Cultural Miguel Ángel Asturias fue escenario, del pasado 15 de junio, de una competición de moto enduro.

Al evento acudieron decenas de motociclistas, quienes hicieron un circuito el cual dañó los jardines y parte de la infraestructura del Teatro Nacional. La viceministra de Patrimonio, Rosa María Chan, afirmó en ese entonces que los daños totales al Teatro Nacional fueron por Q88 mil 600.

Por el evento fue relevado de su cargo Carlos Estrada, director del Teatro Nacional.

Friso lleno de arte

Expertos explican la importancia del nuevo hallazgo en el proyecto de La Blanca, Petén, en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Archivo)

En octubre, arqueólogos españoles descubrieron un enorme friso de gran calidad artística en el yacimiento de La Blanca (Petén).

La pieza mide 4.75 metros de largo y 1.5 metros de alto, y data aproximadamente del siglo VII-VIII d.C. El friso se encontró en la fachada occidental de una subestructura, es decir, en un edificio anterior que fue sepultado por los mayas para erigir sobre este los edificios superiores de la acrópolis de La Blanca.

Los arqueólogos calificaron el hallazgo de especial relevancia.