La liga había pasado por un inusual periodo de estabilidad, ya que se llegó a Navidad sin que hubiera bajas de técnicos por primera vez desde 1995, hasta que Neil Warnock fue despedido el sábado por el Crystal Palace.

El club se encuentra en zona de descenso por lo que el despido parecía cuestión de tiempo. Quizá fue más sorpresivo que Alan Pardew pensara en dejar al Newcastle que navega en la mediocridad de mitad de la tabla por un puesto en el Palace, ya que el martes el técnico negociaba con el club para el que jugó en la década de 1980. 

Es probable que eso deje una vacante que no se esperaba en Newcastle. El club del noreste de Inglaterra buscará remplazo entre el mismo grupo de candidatos que el West Bromwich Albion, que el lunes despidió a Alan Irvine, quien apenas duró seis meses en el puesto.

“Si no consigues buenos resultados el club cambia técnico con mayor frecuencia que antes”, dijo el responsable del West Ham, Sam Allardyce, cuya escuadra recibe al West Brom el primer día del año. “Cuando eso se junta con el periodo de transferencias al parecer los propietarios también son afectados. El técnico puede haber propuesto a algunos jugadores durante ese plazo y quizá ellos hayan escuchado opiniones de que tal vez sería mejor darle oportunidad a un nuevo técnico. Quizá ese sea el caso”. 

Al igual que Pardew, Allardyce escuchó exigencias de renunciar por parte de sus propios aficionados. Si Pardew deja el club éste podría recibir más de 3 millones de dólares como compensación del Palace si el trato se concreta, no obstante, es improbable que el propietario Mike Ashley invierta esos recursos en refuerzos para la escuadra que está en el 10mo sitio en la tabla.

Allardyce ocuparía el sitio de Pardew como el técnico con el segundo periodo más prolongado a cargo de un equipo en la Liga Premier. La decisión de mantener en su puesto al técnico que contrataron en 2011 tomada por los propietarios del West Ham ha pagado dividendos ya que el club llega a la segunda parte de la campaña en el sexto puesto de la clasificación.

Pese a todo, la estabilidad no es sinónimo de éxito. Entre los seguidores del Arsenal se nota cansancio con Arsene Wenger, el técnico que tiene más tiempo al frente de un equipo en la Liga, más de 16 años, que no ha ganado un título desde 2004. Sin embargo, Wenger llevará al club a su sitio acostumbrado entre los cuatro primeros de la tabla si vence el jueves al Southampton, que ha sido una sorpresa en esta campaña.       

Aquí algunos aspectos importantes de la jornada:       

Chelsea debe agradecer el colapso del Manchester City contra el Burnley ya que eso le permitió mantener su ventaja de tres puntos. El sorpresivo empate del City ocurrió luego de que el Southampton contuviera al Chelsea el domingo, lo que deja claro que aún falta mucho para definir quién se llevará el título.

Chelsea se enfrentará con el Tottenham menos de un mes después de vencerlo 3-0 como local. Desde entonces los Spurs tienen cinco partidos invictos a nivel local, incluido el empate del domingo ante Manchester United.

“La campaña pasada tuvimos algunos partidas malos y sentimos que concedimos un poco” , dijo el arquero del Tottenham, Hugo Lloris. “Estamos mejorando. Defensivamente, somos más fuertes”.    

Los jugadores del Manchester City deben tener menos piedad contra el Sunderland de la que mostraron el domingo tras desperdiciar una ventaja de dos goles contra el Burnley, partido que terminó empatado 2-2 y que generó dudas acerca de su capacidad para defender el título.       

“Tenemos que ser más precisos al frente” , dijo el mediocampista del City Samir Nasri. “Tenemos que anotar. Tenemos que liquidar los partidos”.       

Otro resbalón le daría al Manchester United la oportunidad de cerrar la brecha de siete puntos con sus vecinos si los Reds vencen al Stoke.       

Las tres escuadras que están en peligro de descenso evitaron las derrotas el domingo.        Para Leicester fue la primera victoria desde septiembre ante el Hull, pero el sotanero va contra un Liverpool que recobra fuerza. Tras su inesperado empate ante el City, Burnley viaja a Newcastle mientras que el Crystal Palace juega contra Aston Villa.