Escenario

Un tren convertido en melodía inmortal

El 30 de marzo de 1930 fue inaugurado el ferrocarril de Los Altos, tren eléctrico cuya vía conectaba a Retalhuleu con Quetzaltenango. El ambiente era festivo y en el aire vibró la melodía conmemorativa de un joven compositor llamado Román Domingo Bethancourt Mazariegos, nacido en Xela el 20 de diciembre de 1906.

Provenía de una familia que había contribuido decisivamente a la popularidad de la marimba a mediados del siglo XX. Fue un niño prodigio. Tocaba marimba desde los 5 años y llegó a presentarse incluso como solista. Era hijo de Francisco Román Bethancourt y Leonarda Mazariegos; hermano de Rodolfo Mauricio y Mariano Agustín, también marimbistas.

Tocó desde niño en el conjunto Dos de Octubre, que dirigía su padre, donde suplía cualquier puesto. En 1932 tomó la dirección del conjunto Marimba Ideal, que tocaba a diario y en vivo en los estudios de Radio Morse, de Quetzaltenango.

En 1948 el grupo se integró al conjunto de la Quinta Zona Militar de Quetzaltenango y viajó como marimba La Voz de los Altos por Estados Unidos, México y Cuba. En 1950, de vuelta en Guatemala, se desligó de la tutela militar y se incorporó a la Marimba Ideal, a la que se agregaron instrumentos de viento —trompetas y saxofones—, y en 1963, el vibráfono.

Don Domingo, como solían llamarlo, recibió la Orden del Quetzal en grado de Comendador, en 1978.

Fue un autor prolífico en diversos ritmos. Algunos de sus títulos más sonados son Agentes viajeros, Corrido de los Altos, Aguacatán, Ana Elizabeth, Antonieta, Brisas de Samalá, Claudia Patricia, Cobán y El tiempo todo lo borra.

Falleció en 1980.

UNA LEYENDA MUSICAL

Campana y pito preceden a la festiva melodía Ferrocarril de Los Altos.

Tal composición de Domingo Bethancourt surgió para celebrar el nuevo tren eléctrico de occidente.

La construcción empezó en septiembre de 1924, concesionada a una firma alemana. El costo final sería de Q8 millones.

Empezó a funcionar el 30 de marzo de 1930, pero solo duró tres años.

Problemas financieros  y el fuerte invierno de 1933 golpearon el proyecto que pretendía extenderse al Occidente del país, pero que al final  fue desmantelado.