Hakken, de 36 años, está acusado en su país de secuestro, interferencia con la custodia, negligencia infantil y robo de automóvil, entre otros delitos, y su esposa, de 35, es considerada por ahora solo sospechosa.
A partir de las informaciones de prensa que “asocian al matrimonio Hakken con un caso de secuestro de menores, las autoridades cubanas comunicaron la presencia de estas personas en Cuba” el pasado lunes a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana y posteriormente al Departamento de Estado en Washington, señala un comunicado de la Cancillería.