La reunión se venía preparando desde hace meses, pero retomó especial relevancia tras los atentados en París y Copenhague, y en plena campaña internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
“Estamos aquí hoy porque estamos unidos contra el aumento del extremismo violento y el terrorismo” , dijo Obama en la cumbre.
Los países deben mantenerse “firmes en su lucha contra las organizaciones terroristas” , aseguró Obama, quien prometió trabajar con países inestables como Yemen y Somalia para ayudarlos a “evitar que haya espacios ingobernables donde los terroristas puedan encontrar refugios seguros” , agregó.
Pero Obama advirtió de que esa lucha “no es una cuestión de ser judíos, cristianos o musulmanes: todos estamos en el mismo barco y debemos ayudarnos unos a otros para salir de esta crisis” .
El mandatario estadounidense, al igual que otros miembros de su gobierno, se cuidó de no hablar de radicalismo islámico, una precaución en el lenguaje que le reprochan sus opositores del Partido Republicano.
El presidente Obama dijo en el encuentro que “la noción de que Occidente está en guerra con el Islam es una horrible mentira,y todos nosotros, sin importar nuestra fe, tenemos la responsabilidad de rechazarla“.