La enfermera, fallecida el martes en la noche, había ayudado la mañana de la explosión a sacar de los escombros a varios bebés que estaban internados en esta maternidad pública.
“Lamentablemente su condición no respondió a todos los tratamientos que ameritaba su caso. Las causas particulares están por determinarse“, indicó el comunicado.
Otra enfermera y dos bebés murieron y 73 personas resultaron heridas por la explosión desatada en el hospital materno infantil Cuajimalpa, en el extremo suroeste de la capital, aparentemente originada por una fuga de gas del camión cisterna que abastecía el hospital.
Al menos 20 heridos permanecían el martes hospitalizados, de los cuales nueve son recién nacidos y 11 adultos, indicó la alcaldía en un comunicado en el que señaló que 10 de los heridos siguen graves.
Una parte de las alrededor de 110 personas que estaban en el hospital en el momento del siniestro alcanzó a salir cuando se alertó sobre la fuga de gas, pero algunas mujeres que acababan de dar a luz no pudieron evacuar y tuvieron que proteger con su propio cuerpo a sus bebés.
Heridas y con sus hijos en brazos salieron del hospital por su propio pie de entre los escombros y en medio del caos.
Los vecinos del lugar, que se despertaron con el estruendo de la explosión, ayudaron a sacar a los heridos, entre ellos a siete bebés de horas de nacidos que quedaron bajo lozas y tirados en el suelo en la zona de cuneros del hospital, que suele atender a mujeres de bajos recursos.