En febrero de ese año, habían trascendido las acusaciones de tres sacerdotes y un exsacerdote, que lo denunciaron por “conducta indebida“.
La investigación vaticana estará conducida por el obispo auxiliar de Malta, Charles Scicluna, que interrogará a clérigos de la archidiócesis escocesa para esclarecer si existen evidencias contra el cardenal o contra algún otro religioso.
La cadena británica cita una carta que el sucesor de OBrien en el arzobispado de St Andrews y Edimburgo, Leo Cushley, envió esta semana a miembros del clero para pedir su cooperación en la investigación de Scicluna.